“Uno de los principales desafíos para que las políticas funcionen es el de la integralidad, y para eso hay tres pilares sustantivos: garantía de ingresos, como la AUH; mejorar tanto el acceso como la calidad de los servicios, principalmente en educación, salud y cuidados; y, en materia de hábitat, trascender la lógica de la vivienda social y promover la integración urbana. En materia de educación, además de mejorar los indicadores de asistencia y terminalidad, necesitamos mejorías en los resultados y en la articulación con el mercado de trabajo. Que los chicos y chicas vean un sentido en quedarse en la escuela, sobre todo durante la etapa de la adolescencia”.