Toda medida gubernamental orientada a robustecer los mecanismos de ingreso y formación de las burocracias profesionales basadas en el mérito es considerada un componente importante que contribuye a dotar de coherencia y continuidad a las políticas públicas, limitando una porción de la discrecionalidad del poder político en el sector público. Supone, en definitiva, pensar en políticas públicas de Estado, más que políticas orientadas exclusivamente hacia una administración gubernamental de turno.
No obstante, los desafíos que implica este tipo de iniciativas no son menores, máxime cuando se analizan en perspectiva comparada las limitaciones y los obstáculos con los que han lidiado otros países de la región que han obtenido algunos logros significativos en la materia, como el caso de Chile, con la creación del servicio civil, o el de Perú, con la implementación del sistema Servir. El entrecruzamiento entre lo político y lo técnico frecuentemente se retrata en el dilema entre mérito profesional y confianza política dentro del sector público.
Mientras el empleo del sector público argentino creció un 71% en los últimos 15 años, las vacantes para los concursos para ingresar o ascender dentro del escalafón administrativo se mantuvieron prácticamente congeladas.