Las principales ciudades argentinas están creciendo a un ritmo más acelerado que sus poblaciones. Este fenómeno debiera ser una señal de alarma porque atenta contra la idea de comunidades que crezcan de manera planificada para una mejor convivencia social y utilización de los recursos.
Y Posadas no es la excepción. Según un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), la capital provincial creció entre el 2006 y 2016 casi el doble de lo que aumentó su población.
El Territorio dialogó con el arquitecto Gabriel Lanfranchi, que dirige el Programa Ciudades del Cippec, para conocer su mirada sobre cuáles son los desafíos que tienen las ciudades de la actualidad para que sus habitantes puedan vivir dignamente sin atentar contra lo que recibirán sus hijos y nietos.
“Necesitamos trabajar el concepto de ciudades sustentables basado en un uso responsable de los recursos y en el cuidado del medioambiente para poder asegurar el sostenimiento de espacios vitales para las generaciones futuras”, explicó el especialista.
El arquitecto Lanfranchi señaló que “según el estudio que realizamos, la ciudad de Posadas tuvo un crecimiento urbano en 10 años de un un 1,7 más que su población lo que significa que creció casi el doble de la cantidad de habitantes. Si bien se encuentra debajo de la media nacional que es del 2,2, es un parámetro a tener en cuenta porque esa extensión urbana sin planificación previa acarrea una serie de problemas sociales, económicos, ambientales”.
Seguidamente explicó que el crecimiento de la capital misionera generó una densidad poblacional de 38,5 habitantes por hectárea, cuando 70 habitantes por hectárea es el equivalente a una manzana donde hay una casa por cada lote. Esto dicho de manera simple significa que en Posadas sus habitantes podrían vivir en menos espacio urbano del que actualmente ocupan. Y estando más cerca unos de otros se evita la ocupación ociosa de terrenos que por ejemplo se podrían destinar a la producción de alimentos en huertas, a parques de esparcimiento social o a espacios verdes de oxigenación.
Según el estudio del Cippec, Posadas se extendió en la última década 2.218 hectáreas y de ese crecimiento sólo un 11 % correspondió a loteos urbanos abiertos. El resto estuvo representado por la construcción de viviendas sociales, los asentamientos informales y barrios cerrados.
El estudio mencionado por el arquitecto Lafranchi forma parte del trabajo que se realiza en el laboratorio urbano digital del Cippec, en el que a través de la lectura de imágenes satelitales se puede observar el movimiento de expansión de las ciudades argentinas. El promedio a nivel nacional es de un 2,2% de crecimiento en ocupación de nuevos suelos.
Lo que marca que las ciudades crecieron más del doble que sus poblaciones. “Este fenómeno tiene que ver con patrones culturales que buscan espacios de hábitat cada vez más alejados y eso no es sustentable porque genera más gastos en transporte, que a su vez produce más contaminación ambiental, sólo por citar uno de sus perjuicios”. señaló el profesional.
Es necesario destacar que las recomendaciones internacionales en materia de hábitat remarcan la necesidad de lograr ciudades más compactas e integradas, con menos suelo urbano ocioso y socialmente integradas. Por lo tanto una ciudad con barrios tan alejados unos de otros y con tanto espacio sin ocupar correctamente muestra un síntoma de un problema a resolver por las autoridades locales.
Radiografía urbana
- El hábitat digno en Argentina es todavía una deuda pendiente. Alrededor de un tercio de la población del país vive en una vivienda inadecuada, un 15% no tiene acceso al agua potable y más del 40% no cuenta con redes de cloaca.
- La urbanización es actualmente una de las tendencias transformadoras en el mundo. Mientras el 54% de la población mundial vive en ciudades, el 80% del PBI mundial es generado en aglomeraciones urbanas y alrededor de dos tercios de la energía mundial es consumida en ellas.
- Actualmente 3.500 millones de personas residen en ciudades y se estima que para 2030 la población urbana representará el 65% de la población del mundo.
- El aumento de los centros urbanos convierte a las ciudades en lugares de alta vulnerabilidad frente a las amenazas emergentes del cambio climático.
- Según el Indice de Desarrollo de las TICs, el 95% de la población mundial vive en zonas cubiertas por señales de telefonía celular y 4 de cada 10 personas posee conexión a Internet.
Planificación versus crecimiento desordenado
El arquitecto Lanfranchi destacó que una de las cuestiones fundamentales para lograr ciudades sustentables es la planificación urbana, que es exactamente lo contrario a lo que sucede en la mayoría de las ciudades argentinas, que crecen al impulso de las demandas sociales sin una programación previa.
La planificación urbana es clave para mejorar la forma en que crecen las ciudades argentinas y para lograr un desarrollo urbano equitativas con una gestión eficiente del espacio y de los recursos”, señalo Lanfranchi.
Según el estudio del Cippec, hay que revertir este modelo de crecimiento que es característico de América Latina, es disperso, desorganizado, discontinuo y eleva el consumo de tierra por habitante, encareciendo los costos de infraestructura y equipamiento necesarios para dotar de servicios esenciales a esas poblaciones cada vez más periféricas.
De acuerdo a las investigaciones del Cippec, la expansión desmesurada de las ciudades impacta negativamente en la economía y en la administración de los municipios, eleva el costo de la provisión de servicios como agua, cloacas, luz, transporte, educación, seguridad del área urbana, genera ineficacia en la gestión pública, favorece procesos de divisiones sociales y consume suelos que deberían cumplir funciones ambientales o que podrían destinarse a usos productivos como por ejemplo la producción de alimentos.
Según Lanfranchi, “se trata de un problema mundial de urbanizaciones aceleradas. De rápida urbanización con migraciones del campo a la ciudad. Y por lo tanto las ciudades desbordan por todos lados. El problema es que cuando ese fenómeno ocurre sin una planificación previa y sin inversiones resultan ciudades muy inequitativas”.
Seguidamente explicó que a pesar de que las cloacas son una infraestructura del siglo XlX, tenemos por ejemplo en el área metropolitana de Buenos Aires (Amba) a sólo un 55% de su población con acceso a este servicio.
De acuerdo a su mirada, este tipo de ejemplo ayudan a entender el nivel de atraso que tenemos como sociedad, -el no poder garantizar un servicio esencial como las cloacas – que para la sustentabilidad de las poblaciones es clave porque indica que todos los efluentes cloacales van a parar o a las napas subterráneas o a los cursos de agua sin ningún tipo de tratamiento.
¿Qué significa ser una ciudad sustentable?
Hoy circulan muchas definiciones sobre ciudades. Se habla de ciudades inteligentes que sepan aprovechar por ejemplo la energía solar, de ciudades resilientes que estén preparadas para superar los eventos meteorológicos producto del cambio climático, ciudades sustentables que estén organizadas para sostenerse en el tiempo. “Hay como una especie de moda de armar definiciones sobre las ciudades, pero todas esas conceptualizaciones buscan poner el acento en lograr espacios urbanos respetuosos del medio ambiente y conectados de manera integral”, explicó el arquitecto Gabriel Lanfranchi. “Una ciudad sustentable es aquella que privilegia el cuidado de los recursos, que intenta no consumirlos desorganizadamente para que persistan para las generaciones futuras. Una ciudad muy atenta al tema ambiental. Esto no significa que no consuma recursos, sino que lo hace de una forma responsable para no poner en riesgo su consecución para el porvenir. De la mano de este concepto aparecen una serie de acciones que se pueden desarrollar con ese objetivo, como por ejemplo el tratamiento de los residuos urbanos, el uso responsable de los recursos, el manejo de las cuencas de agua, la protección de las costas y el arbolado público”. determinó.