Día a día, millones de personas alrededor del mundo se trasladan a las ciudades en busca tanto de una mejor calidad de vida como de nuevas oportunidades. De mantenerse esta tendencia, en los próximos diez años, dos tercios de la población mundial vivirán en asentamientos urbanos, y se espera que esa cifra ronde el 72% para 2050, según proyecciones de ONU–Hábitat. El rol actual de las urbes como motores del cambio socioeconómico y cultural se ha vuelto determinante como nunca antes en la historia.
Al mismo tiempo, el intenso flujo de personas hacia y a través de las ciudades ha generado que las áreas urbanas del mundo se expandan más allá de los límites de una sola jurisdicción, conformando así grandes sistemas metropolitanos fragmentados, al punto que la OCDE catalogó este siglo como el “siglo metropolitano”.
No obstante, en aquellos lugares donde no han surgido mecanismos conjuntos para gestionar la rápida urbanización, la expansión de las ciudades ha llevado a una mayor desigualdad en el acceso a la tierra y a los servicios públicos, y ha exacerbado la contaminación y los riesgos relacionados con el calentamiento global.
En la Argentina, donde nueve de cada diez personas viven en ciudades, esta situación reviste de una gran importancia. Según el Laboratorio Urbano Digital (LUD) de CIPPEC, los 33 grandes aglomerados urbanos de nuestro país se han expandido 85.732 hectáreas, lo equivalente a 4,5 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires. Para “volver a hacer ciudad” y construir un hábitat digno para todos, hay que construir políticas consensuadas que perduren más allá del término de un solo mandato.
Ante los nuevos desafíos que afectan a las metrópolis, el accionar aislado de una sola gestión resulta insuficiente. Esquemas de gobernanza que permitan coordinar el esfuerzo entre distintos gobiernos son necesarios a fin de construir ciudades seguras, inclusivas, sustentables y resilientes. Por este motivo, es sumamente importante concientizar sobre la gobernanza metropolitana.
Avanzar hacia la gestión y planificación equitativa en los aglomerados urbanos demanda, ante todo, articular las visiones de los distintos actores pertenecientes al sector público, privado, académico, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil y a su vez, las miradas de las diversas jurisdicciones. Para ello, es de gran importancia la existencia de espacios de diálogo y coordinación entre distintos actores.
En este contexto, CIPPEC y Metrópolis promueven la campaña internacional del Día Mundial Metropolitano, en conmemoración de la Declaración de Montréal sobre Áreas Metropolitanas del 2015, y en oportunidad del “Octubre Urbano” de ONU-Hábitat, junto con el apoyo de NYU Marron Institute of Urban Management, MetroHub de ONU-Hábitat, la Facultad de Economía, Administración y Contabilidad de Ribeirão Preto y la Universidad de Buenos Aires.
Esta iniciativa propone que las ciudades metropolitanas del mundo organicen una jornada de un día de trabajo, donde los líderes locales puedan reunirse con sus pares de las ciudades vecinas para debatir sobre los desafíos más acuciantes que enfrentan sus territorios metropolitanos y cómo aplicar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en dichos contextos.
En este marco, se postularon 16 áreas metropolitanas, de las cuales 10 llevaron a cabo el encuentro: el Área Metropolitana de Bucaramanga (Colombia), el Gran Córdoba, el Gran Mendoza (Argentina), el Área Metropolitana de San Salvador (El Salvador), el Área Metropolitana de Monterrey (México), el Área Metropolitana de Bagdad (Irak), el Área Metropolitana de Gaziantep (Turquía), el Área Metropolitana de Barcelona (España), la Ciudad Metropolitana de Turín (Italia) y la Metrópolis del Gran París (Francia).