El Gobierno logrará un importante ahorro fiscal por la suba del transporte público anunciado la semana pasada, destinado a mejorar la complicada situación de las cuentas públicas. Si bien la caída tiene “sabor a poco” si se la mide en términos nominales, es significativa en términos reales (es decir, descontada la inflación).
Para 2017, el transporte urbano tenía asignados subsidios por 73.642 millones de pesos por el presupuesto votado por el Congreso Nacional, mientras que en 2018 esa cifra baja a 73.591 millones de pesos. La reducción es significativa en términos reales, con una inflación proyectada del 15% por el Gobierno.
El mismo criterio aplica, en términos generales, a los subsidios de todas las tarifas, que este año serán de $ 185.586 millones, frente a $ 210.167 millones pautados para 2017. Con una inflación del 24%, la caída fue mayor todavía.
Estos porcentajes son importantes, ya que la mayor parte de la caída del déficit primario prevista para este año se origina en la baja de los subsidios.
Esta reducción de los aportes del Estado es la contrapartida de los aumentos en el transporte urbano de pasajeros del área metropolitana anunciados la semana pasada y los que puedan restar para el segundo semestre del año, explicaron a LA NACION calificadas fuentes oficiales.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anunció un aumento de los boletos de colectivos y trenes, que se aplicará desde febrero, pero no brindó detalles de esta reducción en los subsidios. El boleto de colectivo tendrá un valor mínimo de 8 pesos, con un aumento del 33% respecto del actual; en abril, el colectivo subirá un peso más, igual que en junio. Así, a mitad de año, el boleto mínimo tendrá un valor de 10 pesos, un 66,7% más que ahora.
En el caso de los trenes, el boleto de los ramales Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza, que cuesta 2 pesos, pasará a 2,75 y se completará con 25 centavos más en abril y otros 25 centavos más en junio. Las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín, cuyo boleto mínimo es de 4 pesos, el mes próximo pasarán a cobrar 5,50, para luego sumar 75 centavos en abril y 50 más en junio.
Por otra parte, también aumentará el pasaje del subterráneo porteño, que pasará de 7,50 a 11 pesos en abril y a 12,50 en junio, aunque para que se aplique la medida deberá pasar el proceso de audiencia pública.
Al mismo tiempo, el Gobierno puso en marcha el boleto combinado, para favorecer a los usuarios que más viajan con un costo menor.
El aumento del transporte anunciado la semana pasada es el primero de la gestión de Macri, luego de que a fines del 2015 Dietrich afirmara que el Gobierno no cambiaría las tarifas.
El ex ministro de Hacienda de Santa Fe e investigador principal del programa de Desarrollo Económico de CIPPEC, Walter Agosto, dijo a LA NACION que “el Gobierno tiene previsto bajar el déficit primario del 4% en 2017 al 3,2 % en 2018; de esa caída de 0,8 puntos porcentuales, hay 0,6 puntos porcentuales que corresponden a la baja en los subsidios”.
Además, recordó que “los subsidios vienen cayendo, tanto en términos nominales como reales”. En particular, detalló que en los primeros 11 meses del 2017 cayeron el 21% respecto del mismo período del 2016.
En tanto, el director del estudio ECO/GO, Federico Furiase, proyecta una suba de las tarifas del 45% para este año, consistente con un ahorro fiscal de 0,5 puntos porcentuales y con un impacto de tres puntos porcentuales sobre la inflación. “Hasta abril calculamos un impacto acumulado de 1,6 puntos en el relevamiento de precios por todos los anuncios de suba de las tarifas”, precisó.
“Si bien la suba de las tarifas contribuye el ahorro fiscal, a la vez complica el cumplimiento de la meta del 15% fijada a fines del año pasado para 2018 y, por lo tanto, la capacidad del Banco Central de reducir las tasas de interés”, indicó Furiase.
Martín Kanenguiser