La reforma previsional propuesta por el gobierno nacional no sólo impacta en los haberes de los jubilados, sino que también modifica el cálculo que se realiza para actualizar dos de los mecanismos que el Estado usa para transferir dinero a las familias con hijos, las Asignaciones Familiares (AAFF) y la Asignación Universal por Hijo (AUH).
El gobierno dejó trascender, luego de que no pudiera sancionar el proyecto la semana pasada, que incluirá de instrumentar una compensación económica a jubilados y beneficiarios de la AUH en marzo próximo. Esta medida, en el caso de los niños, beneficia a los 3.941.893 niños, niñas y adolescentes beneficiarios de la AUH.
Sin embargo, parece estar fuera de la cobertura del bono compensatorio la actualización de las Asignaciones Familiares, que benefician a 4.124.958 niños, niñas y adolescentes. Esta situación inequitativa se profundiza al quedar ausente de la discusión de reforma fiscal las transferencias tácitas que supone la deducción por hijo que se puede realizar al impuesto a las ganancias, que beneficia al 20% más rico de la población medida por ingresos.
Así, al no incluir a todos los esquemas de transferencias económicas del Estado a la niñez, (en este caso, las AAFF) el bono compensatorio de marzo empeoraría la regresividad del esquema actual de transferencias a las familias con niños.
Las transferencias del Estado a las familias con niños son una de las principales herramientas para combatir la infantilización de la pobreza. En Argentina la pobreza en infancia es de 44% (2º trimestre de 2017, según los cálculos de CIPPEC sobre los datos oficiales de INDEC). Esto casi duplica la pobreza en adultos (23,75%). Estos datos ponen perspectiva sobre la importancia de que el gobierno incluya a las Asignaciones Familiares en el bono compensatorio previsto en la reforma previsional.