Mitos y Verdades sobre la caída de la natalidad en Argentina

Publicado el 12 de febrero de 2024

Hace unos días se publicaron los datos oficiales de nacimientos de 2023 en nuestro país y, como era esperable, siguen bajando: un 7% menos que en 2022. No es motivo de alarma, pero sí una señal que requiere respuestas inteligentes. Es necesario adaptar políticas para evitar riesgos y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que este cambio demográfico presenta.

Desde CIPPEC analizamos por qué este fenómeno se traducen en un incremento del capital humano y un bono demográfico más profundo, entre otros aspectos a destacar:

Mito 1: “La baja natalidad es una crisis demográfica que amenaza a Argentina” 

La caída de la natalidad no es motivo de alarma inmediata. La población argentina sigue creciendo y lo hará durante las próximas décadas. Recién hacia 2050 podríamos ver una leve disminución. La clave no está en temer al “despoblamiento”, sino en adaptarnos inteligentemente a esta nueva realidad.

Mito 2: “La caída de la natalidad afecta negativamente a toda la sociedad” 

En algunos grupos, como las adolescentes, una disminución en la cantidad de embarazos no intencionales es una oportunidad positiva. En 2023, los nacimientos en adolescentes disminuyeron un 10%, lo que resulta en un acumulado del 66% desde 2014. Si se considera que casi todos estos embarazos son no intencionales, es fácil ver la importancia de este avance. Además, entre mujeres con menor nivel educativo cayó un 12% en el último año y un 67% desde 2014. Esto implica más oportunidades de educación y empleo para las mujeres que han tenido históricamente las mayores dificultades.

Mito 3: “Con menos nacimientos, el país dejará de crecer económicamente” 

El crecimiento económico no depende de la cantidad de personas, sino de su productividad. Países más pequeños en población que el nuestro son mucho más ricos porque son muchos más productivos. Por eso, el verdadero desafío es aumentar la productividad de nuestra fuerza laboral, no la cantidad. Para eso, necesitamos mejoras urgentes en educación, en inversiones y el uso de tecnología. 

Mito 4: “El envejecimiento de la población será un problema sin solución”

El envejecimiento poblacional es inevitable, pero gestionable. La edad promedio en Argentina ronda los 40 años y seguirá aumentando lentamente. Países mucho más envejecidos que el nuestro son ricos y exitosos, con altos niveles de bienestar en la  población. Pero esto requiere repensar políticas clave, como por ejemplo el sistema previsional para hacerlo más justo y sostenible. No es un desafío técnico complicado, pero sí político. 

Mito 5: “Hay que promover políticas natalistas” 

Las políticas natalistas (como también las anti natalistas) rara vez han tenido efecto significativo en los niveles de fecundidad, salvo en contextos opresivos y totalitarios. Sí es importante enfocarnos en mejorar las condiciones para quienes desean tener hijos. Esto incluye políticas como licencias parentales más inclusivas, sistemas de cuidado accesibles y una educación gratuita y de calidad. 

Mito 6: “El desafío es aumentar la población” 

Ese lema era relevante a mediados del siglo XIX, pero en la actualidad la riqueza de los países depende de cuán productivos son sus trabajadores. Por eso,  el desafío más urgente es aumentar la productividad. Argentina necesita invertir en capital humano, infraestructura y tecnología. La clave está en mejorar la educación, fomentar la inversión y adoptar innovaciones tecnológicas. 

Autor


Rafael Rofman

Investigador principal