La presencia del Jefe de Gabinete de Ministros en el Congreso es fundamental para que los legisladores ejerzan su función de control sobre el Ejecutivo. Permite profundizar en temas de gobierno y gestión de manera pública y abierta a partir de las preguntas que realizan los bloques al Ejecutivo. Pone en movimiento la función de supervisión de políticas públicas que realiza Jefatura al rendir cuentas sobre cada tema planteado.
Entre 1995 y 2015 los Jefes de Gabinete asistieron el 34% de las veces previstas por la Constitución a brindar informes de gestión al Congreso. Presentaron el 50% de los informes escritos. Respondieron el 56% de las preguntas realizadas durante la sesión informativa. Asistieron más al Senado que a la Cámara de Diputados y faltaron más en años electorales.
La nueva gestión de gobierno mejoró el informe mensual del Jefe de Gabinete a partir de exigirles a los ministerios nuevos estándares de calidad de respuesta para el informe escrito; una sesión informativa ajustada a la dinámica del reglamento y la introducción de tecnología de procesamiento de lenguaje natural que permite responder en tiempo real.
Además, mejoró la tasa de asistencia histórica. Marcos Peña asistió al Congreso el 69% de las veces que debía entre 2016 y 2017.
Al mismo tiempo, aumentó el promedio de preguntas respondidas durante la sesión. El actual Jefe de Gabinete respondió el 85% de las preguntas que le realizaron, por encima del promedio del 61 % de las gestiones anteriores. A este desempeño contribuye un complejo dispositivo de análisis de preguntas en tiempo real en el recinto donde un equipo se ocupa del procesamiento en vivo con consultas a diferentes fuentes de información.
Por su parte, los senadores y diputados aumentaron la cantidad de preguntas por escrito y durante la visita al Congreso. El actual Jefe de Gabinete recibió un promedio de 101 preguntas por cada sesión informativa a la que asistió a presentar el informe: el doble del promedio histórico de 46 preguntas por sesión informativa.
Durante la gestión actual, la oposición dominó las preguntas, en un Congreso en el que el oficialismo es minoría en ambas Cámaras. Del total de 779 preguntas que recibió el Jefe de Gabinete, el 60% fueron realizadas por el FPV y el 5% que le siguió, por la Alianza Frente Progresista. Dentro de la oposición, los legisladores que más preguntaron fueron: María Magdalena Odarda, Liliana Negre de Alonso, Alfredo Luenzo, Jaime Linares y Juan Manuel Abal Medina (todos con 17 preguntas o más). El oficialismo realizó el 7% de las preguntas y sobresale Luis Borsani con siete preguntas.
Las preguntas en esta primera etapa (2016, 2017) se concentraron en energía, empleo, salud, justicia, obras públicas, protección social y educación. Predominaron las respuestas vinculadas con las carteras de Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Por otra parte, la cantidad de preguntas realizadas por los legisladores por escrito al Jefe de Gabinete muestra una tendencia que va en aumento. Por ejemplo, en el informe N°105 de octubre el Ejecutivo respondió casi el doble (1.269) de las preguntas recibidas durante el informe de septiembre (704).
¿Una mayor cantidad de preguntas extremadamente diversas en temas y profundidad hace a la calidad de un informe escrito que crece en volumen? ¿Los legisladores leen, procesan y usan esta cantidad de información?
Desde CIPPEC pensamos que sería más efectivo un número limitado pero potente de preguntas que permita al Jefe de Gabinete presentar resultados de gestión alineados con las prioridades de gobierno. La selección de los interrogantes debería surgir de una mayor coordinación entre los legisladores de cada bloque pero también de una decisión del Ejecutivo, ya que el reglamento para las dos Cámaras le permite fijar temas de agenda para cada informe. Esto mejoraría la calidad del intercambio y la profundidad en temas estratégicos para el desarrollo nacional durante la sesión informativa. Como en la ciencia, una pregunta bien planteada es la mitad del problema resuelto.