Presentado como una “reforma radical”, el gobierno finlandés anunció que padres y madres tendrán la misma cantidad de días de licencia parental.
Cada uno recibirá un permiso laboral pagado de casi siete meses y las mujeres embarazadas recibirán un mes adicional (que se suma al beneficio anterior). En el caso de las familias monoparentales, el trabajador o la trabajadora podrá utilizar los 14 meses disponibles. El plan también contempla que los padres y las madres puedan guardar 69 días para utilizarlos posteriormente.
“La reforma en la licencia familiar es la inversión del gobierno en el futuro de los niños y el bienestar de las familias”, dijo el miércoles Aino-Kaisa Pekonen, ministra de Asuntos Sociales y Salud.
Sin embargo, reconoció que la medida no resolverá por sí sola los desafíos diarios de las familias con niños pequeños, agregando que se requiere un cambio en las empresas para que desarrollen “actitudes más amigables hacia las familias”. Pekonen argumentó que otros países como Suecia o Islandia han experimentado un alza en los nacimientos luego que los hombres accedieran a más días de licencia paternal.
Un tema importante para Finlandia, dado que el país sufre de un rápido envejecimiento poblacional. Los cambios podrían ser implementados en 2021 y el costo adicional está calculado en cerca de US$110 millones.
El gobierno finlandés, que entró en funciones en diciembre, está conformado por una coalición de cinco partidos, todos liderados por mujeres, de las cuales cuatro tienen menos de 35 años. Y su primera ministra, Sanna Marin, es la más joven del mundo.
Finlandia no es el único país que contempla beneficios similares para hombres y mujeres. Suecia es el país que tiene la licencia laboral pagada más generosa de Europa: 16 meses para cada familia, de los cuales tres meses están asignados obligatoriamente a cada progenitor. Mientras que en el otro extremo, Estados Unidos es el único país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que no tiene licencia paternal o maternal a nivel nacional.
¿Qué ocurre en América Latina?
En América Latina son 16 los países que tienen licencia paternal, un derecho que se extiende desde los 2 días hasta los 14.
Muchos países “no cuentan con la duración adecuada, lo que genera una preocupación y alarma frente a los derechos de los niños y niñas”, le dice a BBC Mundo María Paula Reinbold, oficial de Educación y Primera Infancia de la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y El Caribe. Así como los recién nacidos necesitan de un adulto que atienda sus necesidades críticas, también los padres y las madres necesitan desarrollar habilidades para cuidarlos y crear vínculos con ellos, apunta. En ese sentido, la organización recomienda que los países apliquen una licencia parental de seis meses para ambos padres.
Pero más allá de lo que estipulen las leyes en cada país, hay otro problema de fondo: muchos padres no hacen uso de la licencia.
“No usan la licencia ya sea por presiones sociales o estereotipos de género”, dice Reinbold, aunque agrega que la situación está cambiando poco a poco”.
En Chile, por ejemplo, donde la licencia paternal es de cinco días, solo el 20% de los trabajadores hace uso del derecho. Y en el caso del beneficio que permite que la madre le ceda parte de su licencia al hombre después del nacimiento, apenas un 0,2% lo utiliza.
Florencia Caro, coordinadora de proyectos del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), señala que América Latina “está muy por detrás”.
“Las licencias por paternidad están rezagadas en la región respecto a la tendencia global”, dice Caro en diálogo con BBC Mundo. Es importante promover un cambio, explica, porque “las mujeres suelen enfrentar cierta discriminación en el trabajo, explícita o implícita, por un potencial embarazo”. Esa idea de que es un perjuicio para el empleador contratar a mujeres, agrega, “es más un mito que una realidad”. “El costo adicional de contratar a una mujer es 1% mayor que el de contratar a un hombre”, dado que en la mayoría de los países la licencia la paga la seguridad social o el seguro médico privado. “El costo no lo asume el empleador”, argumenta Caro. “No tiene sentido discriminar a la mujer en el trabajo por ser madre”.
La tendencia europea
Anne Lise Ellingsaeter, profesora de la Universidad de Oslo, le dice a la BBC que los países nórdicos han liderado el camino para que los padres tengan derechos propios que no se pueden transferir.
“Noruega fue el primer país en 1993 en crear licencias de paternidad no transferibles a las madres”, y luego siguió Suecia, explica.
En el caso de la Unión Europea, el bloque emitió una directiva con un plazo de tres años para que los países miembros implementen cambios sobre la licencia paternal. Los cambios indican que el padre y la madre deberían tener al menos cuatro meses de licencia cada uno, incluyendo dos meses que no se pueden transferir. Portugal, por su parte, tiene un sistema con neutralidad de género, que incluye cuatro meses pagados completos y un quinto adicional con 80% del salario.