En 2016, Argentina, junto con los otros 166 países participantes de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat 3), acordó el documento denominado Nueva Agenda Urbana.
El texto incluye, entre otros compromisos para los próximos 20 años, que las ciudades sean más compactas. Las ciudades compactas tienen una trama urbana con mixtura de usos y densidades, cercanía a los servicios y sin grandes espacios vacíos en el interior de su perímetro, exceptuando los espacios verdes.
En contraposición, la ciudad es difusa si se caracteriza por la baja densidad, la separación de usos y mayores niveles de segregación social.
Las ciudades argentinas deben ser más compactas. Cippec detectó que las áreas urbanas de los principales aglomerados urbanos del país están creciendo a un ritmo muy superior al que crece la población. Es decir, está bajando la densidad de las ciudades, lo que representa un problema para los gobiernos, el ambiente y la sociedad en su conjunto.
Para los municipios, se vuelve más caro brindar los servicios que la población demanda. Por ejemplo, hay que construir redes de infraestructura de mayor longitud y se hace más costoso asegurar servicios de transporte público y recolección de residuos.
Además, la expansión urbana se realiza sobre tierras que a menudo cumplen funciones ambientales importantes, como la retención de excesos hídricos provocados por las lluvias y la recarga de acuíferos, lo que genera mayores riesgos para la población.
Desde el punto de vista social, la ciudad extendida promueve la segregación, hace que las familias vivan lejos de los lugares de trabajo, servicios, consumo y esparcimiento. Esto aumenta los costos y el tiempo de desplazamiento, en transporte público o en autos privados.
Problemas y discusiones
El Gran Córdoba no es la excepción a este tipo de crecimiento de las ciudades argentinas. Entre 2003 y 2010, último dato censal, el área urbana se ha expandido mucho más rápido de lo que creció la población.
Mientras la población creció a un ritmo de 0,77% anual, el área urbana se expandió al 1,13%. Casi la mitad de esa expansión corresponde a urbanizaciones cerradas ubicadas en el Gran Córdoba (49%). Los loteos residenciales abiertos explican el 15% de la expansión en el período, mientras que la vivienda social explica el 8% de la expansión.
Si se suman los datos de Villa Carlos Paz y alrededores –que, aunque no corresponden al aglomerado Gran Córdoba, prácticamente forman un continuo urbano con la ciudad–, la tendencia se repite.
Todo esto implica un desafío para las autoridades cordobesas municipales y provinciales: la construcción de ciudades más compactas, inclusivas y sostenibles, acordes con los requerimientos de la vida urbana.
Este y otros temas serán ejes de debate en el Foro Usina Ciudad Inteligente Región Centro, que se está desarrollando en salón de actos del Municipio de la Ciudad de Córdoba.
Cippec detectó que las áreas urbanas de los principales aglomerados urbanos del país están creciendo a un ritmo muy superior al que crece la población.
La ciudad extendida promueve la segregación, hace que las familias vivan lejos de los lugares de trabajo, servicios, consumo y esparcimiento.