Publicado el 10 de agosto de 2024
La planificación estratégica es una herramienta técnico-política cada vez más difundida entre las administraciones públicas. Es técnica porque implica un ejercicio aplicado a la gestión pública, que es ordenada detrás de objetivos y medida mediante el establecimiento de metas e indicadores. Pero también es política, en tanto define los lineamientos estratégicos que va a seguir una administración determinada, priorizando ciertas políticas por sobre otras e impactando en las asignaciones presupuestarias.
Es una herramienta de gestión prospectiva que permite articular las prioridades de los gobiernos con recursos limitados. Permite trazar un horizonte a mediano y largo plazo a través de la definición de la misión, los valores y los objetivos de la organización. A partir de ello, la planificación permite elaborar estrategias para alcanzar las metas establecidas, contribuyendo a una asignación eficiente de los recursos y concentrando los esfuerzos en la obtención de resultados a partir de las acciones gubernamentales.
Además, constituye el punto de partida para el seguimiento y la evaluación de las políticas públicas implementadas a través de la construcción de indicadores que permiten el monitoreo de las metas establecidas y los resultados obtenidos. En este sentido, aporta a dos dimensiones fundamentales que habitualmente se presentan como grandes desafíos a las organizaciones:
- La coordinación: la alineación de prioridades y la definición de metas permite coordinar acciones tanto entre áreas como hacia su interior. Esto contribuye a una mayor consistencia y eficacia de las acciones aportando una visión común que facilita la coordinación necesaria para brindar bienes y servicios públicos de calidad.
- La rendición de cuentas: el monitoreo y evaluación de las acciones implementadas a través de indicadores de desempeño favorecen la transparencia y la rendición de cuentas sobre el cumplimiento de los objetivos y los recursos utilizados.
La planificación estratégica es un proceso dinámico y continuo cuyo éxito depende de su utilización efectiva en la toma de decisiones a lo largo del gobierno, sobre todo de las autoridades superiores que delimitan prioridades y trazan cursos de acción estratégicos para alcanzar sus objetivos. En esta línea, la retroalimentación es un aspecto clave para su utilización, recuperando los resultados obtenidos a partir del monitoreo realizado que se constituirán en un insumo fundamental para la toma de decisiones y una gestión eficaz.
Chaco+20: ¿Cómo te imaginas Chaco en 20 años?
Desde CIPPEC trabajamos con el Gobierno Provincial de Chaco en la elaboración del Plan Estratégico Participativo Chaco + 20.
El objetivo del trabajo en conjunto es fortalecer el proceso de la planificación estratégica de la provincia a 20 años, definiendo prioridades a partir de los principales desafíos y las demandas ciudadanas identificadas. En este sentido, CIPPEC brinda apoyo técnico en dos aspectos fundamentales del Plan Estratégico de Chaco.
En primer lugar, se brindaron talleres a las autoridades superiores de las provincias con el objetivo de definir los principales Ejes de la planificación que constituirán la columna vertebral de los objetivos y acciones a implementar de la provincia. Estos Ejes permiten organizar la planificación y trazar un horizonte al cual se propone alcanzar, orientando las acciones y la gestión para lograrlo.
En segundo lugar, CIPPEC junto a la provincia se encuentran trabajando en la elaboración de estrategias para generar canales de participación efectiva de la ciudadanía. La participación ciudadana es un elemento necesario y crucial no solo para otorgar legitimidad a la planificación, sino que habilita el involucramiento de los/as habitantes de todo el territorio chaqueño captando necesidades y contribuyendo a la definición de áreas estratégicas de intervención.
Fortaleciendo las capacidades estatales a través de la planificación estratégica
La planificación estratégica no solo se presenta como un instrumento técnico-político indispensable para las administraciones públicas provinciales, sino que también actúa como un catalizador de transparencia y eficiencia en la gestión pública. Al permitir una asignación más precisa de recursos y una definición clara de objetivos, esta herramienta fortalece la capacidad de los gobiernos para responder a las demandas ciudadanas de manera efectiva y con responsabilidad. La incorporación de la participación ciudadana, como lo muestra el caso del Plan Estratégico Participativo Chaco + 20, refuerza aún más la legitimidad de las políticas públicas, asegurando que estas no solo respondan a las necesidades actuales, sino que también proyecten un futuro sostenible y equitativo.