Extender las licencias por paternidad tiene varios efectos positivos: ayuda a conciliar vida productiva y reproductiva, y contribuye a la equidad de género y al desarrollo infantil.
“La paternidad presente y responsable mejora el desarrollo de la estructura psíquica y emocional de los hijos e hijas. Algunos estudios enfatizan en la importancia que tiene un segundo cuidador, independientemente del género”, dice Gala Díaz Langou, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
En cuanto a la equidad de género, asegura que la extensión ayuda a revertir la discriminación en el mercado laboral al equiparar los costos laborales asociados al cuidado, al promover la autonomía de las mujeres y al distribuir de manera más equitativa las tareas al interior del hogar.