El embarazo adolescente es una problemática social en la que se suele poner la lupa sobre las chicas. Sin embargo, para los varones que van a ser papás, el impacto que tiene en sus estudios parece ser tan o más importante como factor determinante de deserción escolar.
Según una encuesta realizada por la Fundación Huésped a docentes, el 76% de los consultados respondió que tuvo situaciones de embarazo declarados entre sus estudiantes. El trabajo profundizó sobre qué pasó con ese estudiante luego de conocida la noticia. Entre las alumnas embarazadas, los docentes dijeron que en el 84% de los casos continuaron la escuela. Entre los varones, el número baja al 66%. Al consultar sobre el abandono, entre las chicas, sólo el 1% dejó la escuela definitivamente y otro 1% la dejó en forma temporal. En cambio, entre los varones, el 13% de los chicos dejaron la escuela definitivamente y el 8% abandonó sus estudios en forma temporal.
“De la encuesta surge que ante una situación de embarazo en la mayoría de los casos hay una continuidad de la escolarización. En cuanto al abordaje, se suele darse más en forma individual, centralizada en la persona embarazada, y no tanto en la pareja”, explica a Clarín Cecilia Valeriano, coordinadora del programa de Movilización Social y Redes de la Fundación Huésped.
“Otro aspecto que vimos, es que ante una situación de embarazo, el tema se trata en forma aislada y no se toma como un disparador para la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral”, añade.
La encuesta también indagó sobre la implementación de la ley de ESI, y el 96% de los docentes consultados dijo conocer la norma. El 86% dijo que la incorpora a sus clases. Sin embargo, 79% no incorpora el contenido de la norma como parte de su materia (sólo el 21% dijo que lo trabajaban dentro de la currícula de su materia). “Apenas el 14% hace una planificación y un abordaje transversal de la ESI. Predomina un abordaje informal, que en la mayoría de los casos surge a partir de una inquietud de los alumnos”, explicó Valeriano.
La encuesta consultó a 250 docentes, profesores de escuelas secundarias de 16 provincias de la Argentina.
“Existe una estrecha relación ampliamente documentada entre la permanencia en el sistema educativo y la edad en la que las mujeres jóvenes tienen su primer hijo. Tanto como causa o como efecto del embarazo adolescente, la deserción escolar está fuertemente asociada con la maternidad temprana”, explica Gimena de León, del programa de Protección Social de CIPPEC. “Más allá de que el embarazo ocurra antes o después de la salida de la escuela, la evidencia sugiere que en el caso de las mujeres adolescentes la salida es hacia una inactividad laboral que esconde su mayor participación en las tareas de crianza y cuidado al interior de los hogares”, añade de León.
Fernando Zingman, especialista en salud de UNICEF coincide en que el embarazo adolescente y abandono escolar tiene impacto en los dos sentidos: “chicos que dejaron la escuela son grupo de riesgo de embarazo, y a su vez, el embarazo es factor que provoca el abandono de la escuela, porque faltan herramientas de cuidado”.
“En el caso de los varones, también la paternidad temprana refuerza trayectorias de abandono escolar. Sin embargo, la evidencia sugiere que, para los varones, pesa en mayor medida la salida hacia un ingreso al mercado laboral que se da, en la amplia mayoría de los casos, en condiciones de precariedad”, detalla De León. “La inserción temprana en el mercado laboral en condiciones de precariedad y desprotección dificulta la trayectoria de los jóvenes varones hacia el trabajo decente”, concluye.