“Si bien la Capital Fedral está muy bien posicionada en términos de resiliencia, el aglomerado del Gran Buenos Aires no tiene una estrategia definida¨ sostuvo Lanfranchi y añadió: ¨Desde Cippec, pensamos que nunca Buenos Aires va a ser resiliente si su entorno metropolitano no lo es¨.
Este fenómeno demuestra la falta de trabajo mancomunado e interdisciplinario entre los distintos intendentes de la Provincia de Buenos Aires para la realización de políticas públicas que abarquen la mitigación del cambio climático, la separación y reciclaje de residuos, la inversión en transporte y la utilización de nuevas tecnologías, entre otros.
Según las Naciones Unidas, el 70% de la población vivirá en las grandes metrópolis antes del 2050, es decir, que cerca de 2.500 millones de personas se sumarán a las urbes en los próximos años. A raíz de esto, la resiliencia urbana adquiere un rol muy importante en la planificación e intervención de las ciudades.
El AGBA registró un aumento demográfico del 60% en las zonas críticas o vulnerables entre el 2001 y el 2010. Además, concentra el 34% de la población del país e incorpora 1.5 millones de personas cada 10 años. La ¨Estrategia de resiliencia¨ propuesta por el Gobierno porteño, tiene como objetivo la eficiencia, la integración social y urbana, como también la implementación de nuevas tecnologías para lograr una ciudad inteligente y medioambientalmente amigable.
El término resiliencia tiene varios significados. En la física, se trata de la capacidad de los objetos de volver a su condición original, después de sufrir un shock. En la psicología, la habilidad de las personas de recuperarse de un suceso traumático y, que el individuo salga fortalecido.
En relación a la ciudades, el director del programa de Ciudades de Cippec, Lanfranchi explicó a BAE Negocios que el concepto está relacionado a cómo las urbes están preparadas para efectos de tensión como, por ejemplo, climáticos, migratorios o inclusive bélicos y la capacidad que poseen para reponerse.
La Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires no son ajenas al cambio climático, que es un fenómeno que llegó para quedarse. Entre las principales amenazas que presenta, se encuentran las inundaciones, los focos de calor superficial y los fuertes vientos.
Así lo aseguró David Groisman, Director General de Gestión Estratégica del gobierno porteño: ¨La Ciudad empezó a trabajar hace poco más de un año en desarrollar una estrategia de resiliencia. Vimos que, como una ciudad global, está expuesta a grandes tensiones y desafíos como las migraciones, inequidad, el futuro del empleo, inundaciones, olas de calor y cambio climático, entre otras cosas¨.
En el marco del Premio Metropolitano 2018, organizado por Cippec y la Sociedad Central de Arquitectos, se destaca el Plan Hidráulico y el Sistema de Alerta Temprana (SAT) que busca entender el comportamiento de las lluvias, el estado de los desagües cloacales, y Cubiertas Verdes en Escuelas, para los barrios de la ciudad con pocos espacios verdes o con altos índices de efecto ola de calor.
Por último, Groisman indicó: ¨Las cubiertas en escuela no solo permiten un abordaje pedagógico, sino también ayudan a absorber agua de lluvia para prevenir inundaciones, disminuyen la temperatura de los edificios y ayuda a captar el dióxido de carbono, que produce el efecto invernadero¨.
Fuente: BAE Negocios
