¿Por qué el gobierno debe dar explicaciones sobre su gestión? Para poder juzgar si sus acciones fueron adecuadas y efectivas; fortalecer los mecanismos de control; reducir la concentración y el abuso de poder; y mejorar las políticas futuras. En síntesis, para aumentar la confianza en las instituciones de gobierno y mejorar la calidad de la democracia.
Una forma en que el gobierno nacional da explicaciones por su gestión es a través de los informes orales del Jefe de Gabinete al Congreso. El ministro coordinador debería asistir una vez al mes para informar y debatir sobre la marcha del gobierno con los legisladores, según la Constitución Nacional. Sin embargo, desde 1995 los diferentes jefes de Gabinete asistieron sólo el 38% de las veces. Más regularidad y previsibilidad podrían aumentar la confianza en las instituciones.
El Jefe de Gabinete informa sobre el desempeño del gobierno en unos 40 minutos. Aborda una enorme cantidad de temas que no se ajusta a una estructura previsible que refleje el desempeño del gobierno en prioridades conocidas. Esto hace difícil seguirlo y usar los datos.
Los legisladores piden aclaraciones, ampliaciones y hacen preguntas sobre la marcha para controlar y juzgar las explicaciones dadas. Las intervenciones son amplias y difusas. La cantidad de preguntas aumentó fuerte (pasó de 39 a 83 por informe); el 95% fueron hechas por la oposición; una de cada dos se enfocó en el desarrollo económico y social; una de cada cinco, en cuestiones vinculadas a la gestión del gobierno, la política interna y exterior. Quedaron relegados temas de administración judicial e infraestructura, vivienda y transporte.
Así, el control es escaso y no es posible juzgar la efectividad de la gestión de gobierno porque la información es insuficiente y carece de un plan común.
Para confiar en las instituciones, necesitamos que sus reglas se cumplan, sean efectivas y generen resultados de valor público. El Jefe de Gabinete, en su informe de gestión, debería dar explicaciones sobre la base de un plan de gobierno. Ese plan daría un marco común de prioridades de políticas que facilitaría el control, el análisis y el veredicto sobre la información brindada. Esto aumentaría la calidad y el foco del debate.
También se necesita fijar objetivos en los primeros 100 días de gobierno; metas medibles establecidas con una Administración Pública profesional y un sistema de seguimiento y evaluación que ofrezca datos públicos, abiertos y confiables sobre la marcha del plan. En síntesis, se trata de contar con un consenso de gestión, que serviría para que el Jefe de Gabinete dé explicaciones de calidad y presente avances contra una hoja de ruta pública. También ayudaría a que los legisladores puedan ejercer el control con elementos comunes y conocidos por todos; y a que los ciudadanos puedan analizar el desempeño del gobierno vis a vis los objetivos que se fijaron. Finalmente, contribuiría a que la administración pública produzca datos sobre los temas que el plan del gobierno acordó llevar adelante.