“No podemos permitir más que una mujer gane menos que un hombre, no es justo, no esta bien”, leyó Mauricio Macri el 1 de marzo, en su discurso ante la Asamblea Legislativa. El Presidente adelantó así en el recinto, el debate que se viene por la paridad salarial. Cuatro días después, el Boletín Oficial oficializó parte del recorte del 25% de los cargos políticos prometido por la Casa Rosada en enero. El decreto 174/18 para el “reordenamiento” del Estado terminó perjudicando más a mujeres que a hombres: con los puestos eliminados, quedó casi un 50% menos en sillas jerárquicas.
Según un relevamiento de Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), “del total de 99 secretarías y subsecretarías que se eliminan con la vigencia del nuevo decreto, 24 se encontraban en manos de mujeres”. De los 51 puestos superiores que había en manos femeninas, pasaron a 27.
“En términos relativos, la participación de las mujeres sobre el total de cargos políticos, también se traduce en una merma de 3 puntos porcentuales (de un 17% a un 14%)”, concluye el informe, publicado ayer.
Como muestra, un botón: de los 22 ministerios sólo un par de ellos están a cargo de mujeres (Seguridad de Patricia Bullrich y Desarrollo Social de Carolina Stanley). Y los reemplazos de la ex canciller Susana Malcorra y de la titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, fueron hombres.
En términos generales, según el relevamiento de Cippec en base al GPS del Estado y al nuevo decreto, el achique se hará sentir en las subsecretarías: de las 207 que había, quedarán 130. Será una reducción del 37%, pero inferior (del 21%) si se compara con el organigrama que dejó la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. No se toca la cantidad de ministerios, que a pesar de los rumores por ahora no sufrirán modificaciones, pero sí las secretarias. Al contrario del espíritu del anuncio, de las 85 preexistentes si bien se eliminaron seis, se crearon otras 14, lo que las llevó a un total de 93. Eran 69 en diciembre de 2015, antes de la asunción de la administración de Cambiemos.
“El decreto apunta a dar simbólicamente señales de austeridad, mientras se pide la firma del pacto fiscal con los gobernadores: El ejemplo empieza por casa”, opinó Gonzalo Diéguez, director de Gestión Pública de CIPPEC. “Si reducís mucho las subsecretarías pero aumentan las secretarias, hay indicios de premiar a la lógica política”, añadió.
Aún falta ver con un nuevo decreto qué ocurrirá con las 415 direcciones nacional y las 159 direcciones generales (un 18% más que en diciembre de 2015), puestos a los que se debería acceder por concurso. Si el porcentaje de reducción es mayor al de las subsecretarías, se confirmaría que el achique va más por el lado técnico que por el político.
El decreto dejó perdedores pero también ganadores. Según el informe de la ONG, en seis ministerios “se produjo una reducción considerable del volumen organizacional”. Estos son Desarrollo Social, Producción, Interior y Obras Públicas, Agroindustria, Seguridad y Trabajo. No obstante, en otros seis “la estructura no sufrió mayores modificaciones”: Hacienda, Relaciones Exteriores, Salud, Modernización, Justicia y Ciencia y Tecnología.
Finalmente, de los 381 cargos extraescalafonarios (puestos fuera de la estructura formal pero con rango jerárquico de segundas y terceras líneas), sólo serán eliminados 76 de ellos. Jefatura de Gabinete encabeza el ranking de este tipo de contratos.