Las provincias y sus 2251 municipios no poseen registros fehacientes, o por lo menos muchas no los difunden, sobre la cantidad de empleados públicos que tienen y su progresión año a año. De esta manera se hace muy difícil ordenar los números a nivel nacional, aunque sí hay algunos datos que indican que, en 2016, siguieron incorporando personal a sus filas.
En un nuevo informe, llamado “GPS del Estado”, un monitor desarrollado por Cippec y ASAP, se analizaron los cambios y continuidades en el sector público nacional entre 2015 y 2016. Un adelanto de este informe a LA NACION muestra que, aunque se contrajo levemente en el sector público nacional, que es el 21% de empleo público total, el empleo estatal sigue creciendo en provincias y municipios, donde trabaja el 79% de los empleados públicos.
Datos del Ministerio de Trabajo muestran que en 2016 tanto el sector público municipal como el provincial mostraron crecimientos interanuales del 2,4% y 0,9% respectivamente; el sector público nacional registró una ínfima caída de 0,2%.
“Las estadísticas sobre empleo público presentan importantes limitaciones en nuestro país: no hay datos oficiales consolidados para los tres niveles de gobierno; las fuentes están discontinuadas a lo largo del tiempo y tampoco existe un organismo estatal encargado de construir y publicar información fidedigna”, dice el informe de Cippec. “Si tomamos el censo 2001 había 2,3 millones de empleados públicos en todos los niveles”, dice Gonzalo Diéguez, Director de Gestión Pública de Cippec. De acuerdo a los datos de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU), entre 2010 y 2014, la cantidad de trabajadores estatales pasó de 3,3 a 3,9 millones.
“Después de 2014 se discontinuó la encuesta de hogares urbanos”, agrega Diéguez. “Luego vemos que en los últimos 5 años, mientras que al sector privado le ha costado mucho crear fuentes de trabajo, de 2010 a 2015 el empleo público siguió creciendo en todos los niveles de gobierno”. Para 2016, el empleo público representaba el 18,8% del total de trabajadores. Casi 2 de cada 10 personas con trabajo en la Argentina se desempeñan en alguna repartición estatal.
Desde el ministerio de Modernización aseguran que “en el Estado nacional no hay un plan para reducir el empleo, aunque tampoco para aumentarlo. Pero en provincias y municipios no hay manera de controlar el aumento de empleo público ni de dar la orden de que lo hagan”.
Algunas acciones que hicieron posible la contracción del empleo a nivel nacional fueron la revisión de las contrataciones anteriores a diciembre de 2015 por un período de tres años y el impedimento para realizar nuevas contrataciones a partir de enero de 2017.
“Había registrado un crecimiento constante en la cantidad de empleados públicos en el período 2009-2015 a un ritmo promedio del 4% anual. Esta tendencia se frenó en 2016, con una caída en términos absolutos y relativos desestacionalizada del 0,4% en el sector público nacional, contrastando con la continua marcha ascendente del empleo estatal en provincias y en municipios”, explica Cippec.
Pero también se deja claro en el informe que faltan concursos para la Alta Dirección Pública (ADP). “En estos últimos 16 años la designación de la ADP fue discrecional. Mientras que en 2003 un 75% de la ADP se encontraba ocupado por un cuerpo gerencial que había ingresado por concursos, a fines del 2015 el 76% del cuerpo directivo se encontraba designado bajo el formato de ‘asignación transitoria de funciones superiores’, figura que permite exceptuar los concursos. Esta tendencia no ha sido revertida por la actual administración”, advierte Cippec.
Explica Diéguez que mientras que en 2015 había 18 ministerios, 69 secretarías y 165 subsecretarías, hoy hay 23 ministerios, 89 secretarías y 203 subsecretarías. “Se pasó de 483 directivos nacionales y generales (de los cuales el 80% fue reemplazado) a 544”, dice Diéguez. Se concursaron, según Cippec, 28 cargos, aunque desde Modernización dicen que para 2019 esperan tener concursados la mitad de los puestos.