En la Argentina, la secundaria tiene hoy tres grandes desafíos:

➢ Desafío número uno. Las trayectorias. Hoy prácticamente todos los chicos terminan la primaria y empiezan la secundaria. Pero abandonan en el camino: de los 100 jóvenes que empiezan hoy la secundaria, más de la mitad no va a terminarla. Pero, además, entre los que la terminan, solo 27 va terminar 5to año con la edad correspondiente, 17 o 18 años. El resto va a repetir, una, dos, o más veces.

Fuente: Quantitas

Lo que no muestran estos números, claro, es como se sienten esos jóvenes. No se ve lo dolorosas que son esas experiencias de repitencia y abandono, Sienten -y cito testimonios reales- que no sirven para nada, que defraudaron a sus padres, que la escuela no es para ellos. Tampoco nos dicen nada sobre las consecuencias para el resto de sus vidas.

➢ Segundo desafío: los problemas de aprendizaje. Las pruebas Aprender, a cargo de la Secretaría de la Evaluación que se toman en 5to año de la secundaria muestran que 7 de cada 10 chicos no tienen un nivel satisfactorio en matemática. Esto significa que tienen dificultades para usar la matemática en situaciones de la vida cotidiana, por ejemplo, para calcular un promedio. Y recordemos que estamos hablando de aquellos que tomaron la prueba. Solo la mitad de esos 100 que ingresaron en primer año, porque la otra mitad nunca llegó.

➢ Tercer desafío. la injusticia. En los sectores bajos, 9 de cada 10 jóvenes no alcanzan resultados satisfactorios en matemática. Del otro lado de la escala social también esta difícil: de los que tienen más posibilidades se ser ingenieros en el futuro, los jóvenes de los sectores altos, 4 de cada 10, casi la mitad, tampoco alcanzan un nivel satisfactorio en matemática.

Es por esto que hay que poner el foco en la secundaria: en las trayectorias, en los aprendizajes la equidad.

Ahora bien ¿Cómo resolvemos esto? En CIPPEC tenemos una propuesta, que venimos pensando con algunos de ustedes. Es un plan a cinco años y se basa en experiencias recientes de las que aprendimos mucho.

Nuestra propuesta es combinar de una manera novedosa los esfuerzos de diferentes sectores. Trabajar con otros, codo a codo, y en articulación directa con la política pública.

La idea es que se junten con otros para co-pensar, co-financiar y co-implementar una mejora en la educación. La idea es trabajar en el nivel secundario en una región. Armar un plan, basado en la evidencia con la que contamos, y hacer primero una prueba piloto. Hacer un seguimiento, ajustarla y para luego escalarla a todas las escuelas de la región.

La otra clave de esta propuesta son los tiempos. Nuestra propuesta a 5 años. ¿Podemos pensar a cinco años en Argentina? Tenemos que poder, porque, si no lo hacemos, tampoco vamos a poder cambiar la educación. Nuestro trabajo tiene que poder realizarse a pesar de las crisis económicas, los cambios de Ministros o de la jubilación de una directora.

Es cierto que esto lleva mucho más tiempo de organización, y es menos efectivo en el corto plazo, pero, una vez en marcha, sus efectos son muy profundos, escalables y sostenibles.

Y hablando de tiempos creo que estamos es un momento privilegiado. El año que viene es electoral. Un excelente momento para planificar, activar y comprometer acciones a 4 años. Una vez que se define el gobierno, nos ponemos en contacto, presentamos, ajustamos y arrancamos en el 2020. Vamos a hacer sistematizar las acciones y mejorar lo que hacemos. Les aseguro que en el 2023 vamos a tener resultados.