El mapa de los acuerdos legislativos post elecciones

El resultado electoral del domingo ¿implicará un aumento de la actividad y los acuerdos legislativos en el Congreso? El llamado del Presidente a un gran acuerdo para la próxima semana parece indicar que no es suficiente. Es fácil señalar ganadores y perdedores de una competencia electoral pero muy difícil construir consensos en un Congreso dividido. Desde su asunción, Macri conduce un grupo de legisladores minoritario en un contexto de hiperfragmentación de bloques: 38 en Diputados y 22 en el Senado.

A pesar de los esfuerzos oficialistas y opositores para conseguir consensos y sacar leyes relevantes, la tasa de aprobación de iniciativas legislativas fue en 2016 la más baja desde el retorno de la democracia: 43%. El largo calendario electoral de 2017 planchó la actividad legislativa y pospuso las iniciativas relevantes para luego de la elección. Sin el peso político y la capacidad organizativa de los grandes partidos nacionales, los legisladores están muy dispersos en bloques e influenciados por sus jefes políticos provinciales. Hay más bloques y de menor tamaño.

La traducción en bancas del triunfo de Cambiemos el domingo; la posibilidad de que 1País y el PJ no kirchnerista conformen un bloque unido; y el poder nominador de los gobernadores generan tres modificaciones que cambian el escenario legislativo. Al incrementar el tamaño de su interbloque de 87 a 107 diputados y llegar a 24 senadores (antes tenía 15), Cambiemos queda mucho cerca del quorum propio en Diputados y se convierte en primera minoría en Senadores. De modo que podría mejorar en ambas Cámaras su poder de negociación y de construcción de agenda legislativa.

En segundo lugar, el debilitamiento de 1Pais, que perdió la mitad de sus diputados, puede acelerar los tiempos de la unificación del PJ no kirchnerista que se venía insinuando. Se reduciría la fragmentación y podría conformarse un interbloque de cerca de 55 diputados que represente a la liga de gobernadores del PJ cuyas necesidades de gestión y financiamiento lo obligan a un diálogo con el oficialismo. Con la llegada de Cristina Kirchner al Senado, el kirchnerismo en ambas Cámaras seguramente mantendrá su estrategia de polarización con el Gobierno, pero es probable que la competencia con otro bloque peronista los invite a negociar con la presidencia de la Cámara.

Sin embargo, el crecimiento de Cambiemos y la reconfiguración poselectoral del peronismo pueden ser insuficientes para incrementar la productividad legislativa del Congreso. Hay muchos incentivos para profundizar las divisiones: crear un bloque pequeño tiene un premio en recursos y en el uso de la palabra muy alto. Establecer un requisito mínimo para la integración de bloques, crear incentivos para que los bloques representen a más de un distrito, limitar el transfuguismo y dar atribuciones a la Comisión de Labor Parlamentaria para hacer más eficiente el debate en recinto son algunas de las modificaciones que podrían contribuir a hacer más colaborativo y eficiente el trabajo legislativo.

Autor


Nicolás Cherny

Relacionados


Ver más

Sesiones virtuales: un hito en Diputados

Ver más

Modernizar la Cámara de Diputados: Adaptaciones durante la pandemia

Ver más

El Congreso, ¡presente!: adaptación, continuidad y transformación a un año de la primera sesión virtual

Ver más

Informes del jefe de Gabinete al Congreso: hora de acordar e innovar

Ver más

Reuniones de co-creación con la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Ver más

Segundo intercambio de experiencias parlamentarias: Argentina – Europa

Ver más

Colaboración con la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

Ver más

Congresos y Partidos en América Latina: el antes y el después de la pandemia

Ver más

Plan de Acción de Congreso Abierto

    Recibí novedades