El sistema educativo argentino “respondió con celeridad” a la suspensión de clases presenciales determinada el pasado 15 de marzo por la pandemia de coronavirus, con todas las provincias impulsando contenidos pedagógicos y acciones de inclusión educativa, aunque solo el 45% de los distritos amplió la infraestructura digital de sus estudiantes, según un estudio del Cippec.
Esta brecha digital generó “la profundización de las desigualdades” ya existentes, por lo que “cuando culmine la etapa de escuelas cerradas hay que comenzar a mitigarla”, explicó hoy a Télam Alejandra Cardini, directora del Programa de Educación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Cardini señaló que “esto se puede empezar a concretar a través de la distribución de netbooks y la navegación gratuita a sectores sin acceso a internet”.
El documento “Educar en pandemia: respuestas provinciales al Covid-19” al que accedió Télam en exclusividad, destacó que al 15 de marzo, cuando se suspendieron las clases presenciales, había 10.381.433 estudiantes en el sistema educativo, de los cuales 16,6% en el nivel inicial, 43,9% en la primaria y 39,5% en la secundaria.
El tanto, 53% de los alumnos era pobre, un 5,8% de los menores de 18 años vivía en hogares hacinados y 56,1% de los hogares tenia internet fijo.
Por otro lado, la posesión de Internet en la vivienda para los niños de escuelas primarias de estratos socio eeconómicos más bajos llegaba al 37,46% frente a un 99,49% en los niveles económicos más altos. En secundaria, ese porcentaje se traducía en 54,5% para niveles económicos bajos y 97,8% para los más altos, de acuerdo a datos de los Operativos Aprender 2017 y 2018,
En relación a la posesión de una computadora en el hogar, 28,93% de alumnos de primaria de niveles bajos disponía del equipo frente a 99,33% en los niveles altos. En secundaria, esa diferencia era de 54,8% para niveles bajos y 99,03% para altos
El informe del Cippec puso el acento en la forma en que respondió el sistema ante el cierre temporario de las escuelas y en la obligatoriedad de incorporar la educación a distancia para asegurar una continuidad pedagógica.
En este aspecto, encontró que todas las provincias impulsaron contenidos pedagógicos, solo 45% amplió la infraestructura digital de sus estudiantes, más del 60% impulsó políticas de capacitación docente en el contexto de pandemia y 100% implementó o incrementó acciones de apoyo a la inclusión educativa vinculadas al servicio alimentario.
El documento reportó además que en esta primera reacción del sistema, más de un tercio de las jurisdicciones (11) propusieron iniciativas de acompañamiento específico a familias y jóvenes, y todas las provincias establecieron que no habría calificaciones mientras las clases presenciales estén suspendidas.
“Esta crisis educativa sorprendió a todo el mundo. A mediados de marzo, el 92% de los estudiantes estaban en las escuelas, y el cierre de las mismas provocó una emergencia a la que hubo que responder sin preparación. Ahora se avecina una nueva etapa, la escuela con distanciamiento social”, detalló Cardini
Para la especialista “luego de que se vuelva progresivamente a las aulas, vendrá una tercera parte en la que la escuela tal como la conocíamos antes del 15 de marzo, habrá cambiado para siempre”.
“El sistema respondió con celeridad al cierre de escuelas,ahora tendrá que enfrentar un desafío aun mayor, mitigar las profundas desigualdades” que dejó en evidencia la suspensión de clases, agregó la especialista
El documento del Cippec destacó que los contenidos pedagógicos “se cubrieron a nivel nacional con la plataforma Seguimos Educando, las horas de radio y televisión y las distribución de millones de cuadernillos, mientras que algunas provincias como Chaco, Misiones y Catamarca elaboraron sus propias plataformas”.
Para que más alumnos puedan acceder a las herramientas digitales, “al menos ocho provincias ofrecían desbloquear las computadoras que fueron entregadas años anteriores (en el programa Conectar Igualdad)”, según el estudio.
El relevamiento mostró que al menos 14 provincias pusieron a disposición de los docentes trayectos formativos pensados especialmente para el contexto de aislamiento social.
También en siete provincias “se habilitaron canales de comunicación permanente con las familias”, como la ciudad de Buenos Aires que ofreció “una mesa de ayuda en tiempo real para que las familias porteñas puedan recurrir por teléfono whatsapp o chat”.
Pero esta etapa “dejó en evidencia que no fue lo mismo tener conexión a internet que no tenerla” para garantizar la continuidad pedagógica, aunque también expuso que “no hay respuestas únicas, cada provincia tiene su ruralidad, su conexión a internet, su índice de pobreza, pero todas ellas pudieron responder. En cada provincia el acceso a la escolaridad se adaptó al nuevo contexto”, indicó.
“En Santa Fe se extendió el período de inscripción en el nivel secundario. Además, la suspensión de las clases presenciales dejó en suspenso la situación de estudiantes secundarios que adeudaban espacios curriculares al inicio del ciclo lectivo”, detalló el reporte.
En tanto, en Mendoza y Entre Ríos “las mesas de exámenes tomaron un formato virtual” y en Catamarca y Misiones “los ministerios de educación adoptaron, excepcionalmente, el régimen de promoción acompañada para estudiantes de la secundaria que adeudaran hasta cuatro materias”.