Desde 1993, año de creación del Operativo Nacional de Evaluación, las evaluaciones de aprendizaje se han aplicado en distintos años, con distinta periodicidad y han evaluado distintas áreas. Los resultados de la segunda edición del operativo Aprender suman un registro más a la serie histórica de información sobre los logros de aprendizaje en nuestro país.
Al igual que en su edición anterior, Aprender 2017 fue aplicado a nivel censal en el 6to grado del nivel primario y en el último del nivel secundario. Sin embargo, esta vez no se tomaron evaluaciones a muestras de alumnos de 3er grado y de 2do/3er año del nivel secundario.
En primaria, las áreas evaluadas fueron Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, que habían sido evaluadas por última vez en el Operativo Nacional de Evaluación del 2013. Las áreas de Lengua y Matemática fueron evaluadas en 2016 y volverán a serlo en 2018.
En secundaria, en cambio, se evaluó solamente Lengua y Matemática, al igual que en 2016 (año en que también se había evaluado Ciencias Naturales y Ciencias Sociales), lo que permite trazar tendencias entre 2013, 2016 y 2017.
Asignaturas, grados o años evaluados, y carácter censal o muestral de las evaluaciones nacionales de aprendizaje. Argentina (1993-2017)
Nota: el color claro indica aplicación muestral y el color fuerte indica aplicación censal.
A su vez, se aplicaron junto con la prueba cuestionarios complementarios a estudiantes y directores (a estos últimos, solo en el nivel secundario) que relevaron variables de contexto. Esta información es central para una comprensión más profunda y multidimensional de la realidad educativa, y para poder interpretar los resultados de forma contextualizada.
¿Cómo nos fue en el nivel primario?
La participación de los estudiantes en la prueba mejoró respecto del 2016, aunque en 2017 hubo algunas provincias que mantuvieron un bajo nivel de participación. Al igual que la edición anterior de la prueba, Neuquén no alcanzó el 50% de cobertura, y por ende sus resultados son indicativos y no permiten extraer conclusiones representativas.
Los resultados de primaria en Ciencias Naturales y Ciencias Sociales dan cuenta de importantes mejoras con respecto a 2013. Así, el panorama de mejora se extiende a las cuatro áreas básicas: entre 2013 y 2016, mejoraron los desempeños en Lengua (de un 58,3% de estudiantes con desempeño avanzado o satisfactorio se pasó a un 66,3%) y Matemática (de 51,7% a 58,6%); y entre 2013 y 2017, los de Ciencias Sociales (55,5% a 65,6%) y Ciencias Naturales (53,2% a 67,5%). Los resultados de las pruebas SERCE (2006) y TERCE (2013) del Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO también muestran signos de leve mejora estadísticamente significativa en Ciencias Naturales en el nivel primario.
Niveles de desempeño en Ciencias Sociales y Ciencias Naturales en 6°grado de primaria. ONE 2013, Aprender 2017
En Aprender, la mejora en Ciencias Sociales y Naturales fue más fuerte en las zonas rurales que en las urbanas. Allí, la mejora en el porcentaje de logros satisfactorios y avanzados respecto al 2013 es de 13,7 puntos en Ciencias Sociales y 19,5 puntos en Naturales. Los desempeños en el nivel primario también fueron superiores en el ámbito rural en 2016, cuando las áreas evaluadas fueron lengua y matemática. En particular, los alumnos de escuelas con plurigrado – aquellas en las que conviven en una misma aula alumnos de diversos años de estudio – tuvieron desempeños más destacados y contribuyeron a subir el promedio de las escuelas rurales (Ministerio de Educación-Fundación Quántitas, 2018).Fuente: CIPPEC en base a Aprender 2017.
Al mirar la mejora en el porcentaje de logros satisfactorios y avanzados según el sector de gestión, las escuelas de gestión estatal mejoran algunos puntos por debajo de la media: 8,5 puntos porcentuales en Ciencias Sociales y 12,6 en Ciencias Naturales. Esto da cuenta de que en el sector privado el incremento de los resultados fue superior.
No hay que perder de vista que buena parte de la diferencia de resultados entre el sector estatal y privado puede deberse a diferencias en el nivel socioeconómico de la población que asiste a cada tipo de escuela. En efecto, el informe de resultados muestra que el nivel de segregación en el sistema educativo es significativo: solo el 36% de los alumnos de nivel socioeconómico alto asiste a escuelas estatales mientras que dentro del nivel socioeconómico bajo, el 96% lo hace.
Así, si solo se comparan los estudiantes de nivel socioeconómico bajo en ambos sectores de gestión, la brecha de 24,5 puntos entre escuelas estatales y privadas se reduce a apenas 8,2 puntos porcentuales.
¿Cómo nos fue en el nivel secundario?
En el nivel secundario los resultados siguieron un patrón distinto. El 41% de los estudiantes evaluados no alcanzó niveles de desempeño básicos en Matemática, y el 17,9% no lo logró en el área de Lengua.
Para el caso de Lengua, esto significa que hay 55.228 jóvenes que han manifestado dificultades para resolver la mayoría de las consignas de la prueba, centradas en las habilidades de comprensión de textos.
Las cifras son aún más alarmantes en Matemática: el 41% significa que son 126.499 los que han realizado todo el recorrido escolar obligatorio y no mostraron en la evaluación el dominio de “situaciones problemáticas que ponen en juego capacidades cognitivas básicas tales como reconocer e identificar”. Esto es especialmente preocupante en un escenario donde 88% de los alumnos proyectan continuar estudiando o trabajar y estudiar al finalizar la escuela secundaria.
A ellos se suman los cerca de 150.000 jóvenes que a los 17 años ya no están en la escuela: en el último año del secundario solo encontramos a los alumnos que lograron transitar el camino hasta el final pero muchos abandonaron el sistema educativo en instancias anteriores. Tampoco conocemos el desempeño del 33% de los alumnos porque estuvieron ausentes el día de la evaluación, o del 0,4% que no llegó a responder el 50% de la prueba.
Niveles de desempeño en Lengua y Matemática en 5°/6°grado de secundaria. ONE 2013, Aprender 2016 y 2017
¿Qué pasa con los resultados en el secundario a lo largo del tiempo? Entre 2016 y 2017 hay mejoras en el área de Lengua: los estudiantes con desempeño avanzado y satisfactorio pasaron del 53,6% al 62,5%. Esto acentúa la tendencia de mejora desde 2013, cuando esta cifra rondaba el 50,5%.Fuente: CIPPEC en base a Aprender 2017.
En Matemática, por el contrario, los resultados son muy bajos y permanecen estancados en el tiempo. Los estudiantes con desempeños satisfactorios y avanzados en Matemática pasaron del 35,3 en 2013, al 29,8% en 2016, y al 31,2% en 2017.
En el caso de Lengua, las escuelas de gestión estatal mejoraron 10,9 puntos porcentuales y se encuentran por debajo de la media, lo que revela que la mejora fue levemente superior en el sector privado. En Matemática, las escuelas en ambos sectores de gestión retrocedieron en sus resultados. Al igual que en primaria, una parte de las diferencias entre escuelas de ambos sectores de gestión puede asociarse al nivel socioeconómico de la población que asiste a cada una.
Entonces, ¿mejoraron los aprendizajes?
Los cambios sistémicos en los aprendizajes son producto de múltiples procesos y toman tiempo. En este sentido, los cambios que se dan entre una aplicación de una evaluación y la siguiente no pueden atribuirse directamente a transformaciones (sean estas positivas o negativas) en los niveles de aprendizaje de la población escolar.
Cuando los instrumentos de evaluación están todavía en proceso de consolidación, las comparaciones interanuales son sensibles a cambios en disposición de los estudiantes (y el acompañamiento de las instituciones) a recibir la evaluación y responderla con esfuerzo (Rivas y Scasso, 2017). En efecto, el operativo Aprender está todavía en este proceso, y se inscribe además en un contexto de débil institucionalización de la cultura de la evaluación.
Las hipótesis de mejora solo pueden construirse cuando se verifican tendencias sostenidas en el tiempo y reiteradas en diversas mediciones paralelas (Rivas 2015; Rivas y Scasso, 2017; Ministerio de Educación de la Nación-CIPPEC, 2018). Los resultados de Aprender 2017 deben analizarse a la luz de nuevas aplicaciones de la prueba y de la evolución de las pruebas estandarizadas internacionales para construir explicaciones más precisas sobre los resultados y su evolución. Este análisis debe considerar aspectos tan complejos como cambios en las condiciones sociales más generales con las decisiones y acciones políticas.
Si bien estas evaluaciones tienen un gran potencial para nutrir la toma de decisiones en materia de política educativa y social, cuidarlas exige no apresurarse a aventurar hipótesis sobre cambios interanuales abruptos. Es necesario adoptar miradas cautelosas y lecturas cuidadosas sobre cifras que intentan resumir fenómenos de altísima complejidad, como lo son los aprendizajes. Solo así podrán superarse las miradas de corto plazo que caracterizan muchas de las interpretaciones y los procesos de toma de decisiones en materia de política educativa.
Una deuda impostergable: la desigualdad social
Los resultados toman otro color cuando los miramos a través de la lente de la desigualdad social. En primaria, el porcentaje de alumnos que proviene de un nivel socioeconómico bajo y no alcanza el nivel básico de desempeños en Ciencias Sociales (22,9%) es significativamente mayor que el de sus pares de nivel socioeconómico alto (4,5%) e incluso que la situación del total del país según el ONE 2013 (17,4%). La situación es casi idéntica en el caso de Ciencias Naturales.
Porcentaje de estudiantes en cada nivel de desempeño en Ciencias Sociales y Ciencias Naturales en 6° grado de primario, según nivel socioeconómico. Aprender 2017
Así, Aprender nos vuelve a poner frente a frente con la profunda desigualdad que atraviesa nuestra realidad educativa. En Matemática, por ejemplo, el 41% de alumnos no alcanzan el nivel básico pero esta cifra asciende al 60% si solo se considera a los alumnos de nivel socioeconómico bajo. En cambio, en la Argentina de nivel socioeconómico alto las noticias serían otras: allí, más del 65% de los alumnos alcanza desempeños satisfactorios o avanzados en esta área. La desigualdad se acentúa y se multiplica en torno a otros ejes que a su vez se intersectan con el nivel socioeconómico: los desempeños son también más bajos en hogares migrantes, indígenas, en alumnos que son madres o padres, y en quienes repitieron alguna vez.
En efecto, es probable que Aprender 2017 nos esté diciendo mucho más sobre las desigualdades que atraviesan el sistema educativo argentino que sobre las tendencias a la mejora o al empeoramiento de los aprendizajes. Las mediciones de nivel socioeconómico y otras características sociodemográficas se volvieron más robustas gracias a algunas mejoras metodológicas entre 2016 y 2017.
Porcentaje de estudiantes en cada nivel de desempeño en Lengua y Matemática en 5°/6° año de secundario, según nivel socioeconómico. Aprender 2017
Más allá de las malas noticias, la producción de información educativa con un enfoque de equidad -y su publicación oportuna- debe celebrarse: el camino para fortalecer la capacidad del sistema educativo de generar verdadera igualdad de oportunidades comienza por entender los niveles de segregación en el sistema y la magnitud de las desigualdades.
Para leer más
Rivas, A. (2015). América Latina después de PISA: lecciones aprendidas de la educación en siete países (2000-2015). Buenos Aires: CIPPEC, Natura, Instituto Natura.
Rivas, A. y Scasso, M. (2017). ¿Qué países mejoraron la calidad educativa? América Latina en las evaluaciones de aprendizajes. Documento de Trabajo N° 161. Buenos Aires: CIPPEC.
Ministerio de Educación y CIPPEC (2017). Argentina en PISA 2012: Informe de resultados. Buenos Aires: autor.
Ministerio de Educación y Fundación Quántitas (2018). Los aprendizajes de los estudiantes en las escuelas rurales: nivel primario y secundario. Serie de Documentos Temáticos/3. Buenos Aires: autor.