Las provincias argentinas finalizaron otro año con déficit fiscal: 2016 es el sexto año consecutivo en el que las jurisdicciones provinciales registran desequilibrio en sus cuentas. En 2015, el déficit del consolidado provincial ascendió a $ 53.519 M, equivalente a 0,9% del PIB, mientras se estima que 2016 cerrará con un rojo similar del orden de los $ 75.000 M, rondando 1% del producto.
Dicho resultado negativo ha sido amortiguado por la dinámica diferencial de los recursos coparticipados y el rezago temporal en la ejecución de la obra pública.
Además, en un contexto de mayor apertura política y ante la necesidad de alcanzar acuerdos parlamentarios, los gobernadores acordaron rápidamente el acceso a fuentes adicionales de fondos para financiar el desequilibrio: la colocación de deuda en el mercado internacional y los anticipos de coparticipación.
Sin embargo, cabe señalar que de las nueve jurisdicciones que emitieron deuda en el exterior, siete registran déficit fiscal, por lo que la estrategia de financiar los desequilibrios con endeudamiento externo torna más vulnerables las finanzas provinciales y sólo puede considerarse como una alternativa de transición. No resulta sostenible en el largo plazo, máxime a la luz de un escenario global más adverso.
De las nueve provincias que emitieron deuda en el exterior, siete registran déficit fiscal,