Un camino para reducir la pobreza en Argentina


Publicado en diciembre del 2019

Este documento corresponde a la Nota Técnica II del proyecto del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre Pobreza Crónica en Argentina, realizado con el apoyo técnico del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata.

Este documento fue elaborado bajo la dirección Gala Díaz Langou, directora del Programa de Protección Social de CIPPEC, y dialoga con y extiende el diagnóstico y las recomendaciones plasmadas en el documento “Reducir la Pobreza Crónica” elaborado por Gala Díaz Langou, Gabriel Kessler, José Florito, y Carola della Paolera en septiembre de 2019.

Reducir la pobreza es un imperativo jurídico, ético, social, político y estratégico. Conforma uno de los principales desafíos que tiene hoy la Argentina. En los últimos 30 años no se ha logrado perforar un piso del 25% de personas en situación pobreza. Dentro de ese grupo algunos padecen la pobreza de forma crónica: tienen muy bajas posibilidades de salir de la pobreza, aún en situaciones de alto crecimiento económico.

Este trabajo se propone contribuir con propuestas para reducir la pobreza y, más particularmente, a la pobreza crónica. Comienza detallando brevemente el diagnóstico de la pobreza para luego adentrarse en el análisis de las políticas públicas que se llevan a cabo para reducirla. El análisis de las políticas se organiza en tres ejes temáticos: los ingresos, el desarrollo humano y el hábitat.

  • El primer eje comprende a las acciones que impactan sobre los ingresos de los hogares incluyendo a las políticas de empleo, a las políticas de transferencias en el marco de la protección social y al sistema de impuestos.
  • El segundo detalla las políticas para potenciar el desarrollo humano en las áreas de la salud y la alimentación, el cuidado y la educación.
  • El tercero refiere al hábitat y describe, principalmente, a las políticas para el acceso y el mejoramiento de la vivienda por los sectores de bajos ingresos.

El análisis que se desarrolla testimonia de avances que se realizaron en las últimas décadas, pero también de desafíos pendientes. Si bien existen diversas políticas que se llevan a cabo en los diferentes ejes temáticos, hay espacio para potenciar su impacto. En algunos casos, esto implica mejorar la participación, articulación y coordinación de los actores involucrados en su ejecución. En otros, se puede modificar su diseño para mejorar su progresividad, su cobertura y/o su calidad. La mejora de eficacia y eficiencia de las políticas no necesariamente significa grandes niveles de inversión suplementaria, aunque en determinados casos, ésta es insuficiente y/o se ve afectada en los momentos de inestabilidad macroeconómica.

Por otro lado, las políticas y sus efectos no están aislados del contexto macroeconómico que las rodea. En el país, existe una relación importante entre crecimiento económico y reducción de pobreza (Gasparini, Tornarolli & Gluzmann, 2019). Sin embargo, si bien el crecimiento es sustancial para reducir la pobreza, no es suficiente. Aún con un crecimiento a 1% de forma sostenida durante los próximos 10 años, la pobreza no bajaría del 24% (Gasparini, Tornarolli & Gluzmann, 2019).

Para reducir la pobreza no solo es importante crecer de forma sostenida, sino que también se debe llevar a cabo una estrategia integral y coordinada para reducir la pobreza que se sostenga en el tiempo. Este trabajo presenta recomendaciones de políticas en cuatro grupos diferenciados respondiendo a un criterio de priorización en función de la urgencia de la coyuntura actual, pero con un horizonte que también incorpora lineamientos para el mediano y largo plazo.

  1. Dado el contexto de crisis económica serán centrales las políticas para mitigar sus impactos en los sectores más vulnerables. Con ese objetivo, dos propuestas se destacan por su efecto automático y directo en los hogares más vulnerables: universalizar y fortalecer el sistema de transferencias a hogares con niños y adolescentes y reforzar las políticas para asegurar la provisión de alimentos de calidad.
  2. Se deberá avanzar en políticas que requieren de una inversión hoy para desactivar la reproducción intergeneracional de la pobreza. Más específicamente, se sugiere: ampliar y continuar el Plan ENIA, extender la cobertura de los espacios de crianza,enseñanza y cuidado, garantizar la permanencia y terminalidad educativa, y promover las políticas de acceso y mejoramiento del hábitat.
  3. A medida que se vaya normalizando la situación macroeconómica será crucial acompañar el proceso con políticas que potencien el acceso al trabajo de calidad. Esto incluye las acciones de: fortalecer la regulación y protección laboral y potenciar el impacto de las políticas de empleo y para la económica popular.
  4. La pobreza no se erradicará en un solo periodo de gobierno si no que requerirá de acciones que se lleven a cabo de forma sostenida en el mediano y largo plazo. Su paulatina reducción requiere de una estrategia mancomunada, coordinada e integral que involucre a diversos actores de la sociedad. Para ello será importante avanzar en establecer mecanismos que permitan asegurar su sostenibilidad y la inversión necesaria mediante un sistema de financiamiento lo más progresivo posible.

Esto implica: consolidar pisos de inversión y avanzar hacia un sistema tributario más progresivo y jerarquizar un órgano para coordinar y monitorear la estrategia para la reducción de la pobreza y desigualdad.

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