El Estado desde casa. El trabajo remoto y su impacto en la gestión de la Alta Dirección Pública


Publicado en diciembre de 2020

La emergencia sanitaria ocasionada por la irrupción del COVID-19 y el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que se decretó en marzo en Argentina para paliar sus efectos obligaron a la Administración Pública Nacional a adaptarse a un entorno dinámico y cambiante. En menos de cuarenta y ocho horas, el Estado debió instrumentar acciones para continuar funcionando en forma no presencial.

¿Cómo influyeron las medidas de aislamiento en la gestión del directivo público?

La continuidad de las tareas estatales en este contexto disruptivo mostró que existían procesos de trabajo institucionalizados y capacidades técnicas para trabajar a distancia. Pero, ¿en qué condiciones y con qué recursos se desarrolló el trabajo no presencial dentro de las burocracias estatales? Para responder a esta pregunta CIPPEC, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo y el Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica llevaron adelante una encuesta sobre las condiciones de trabajo remoto en la Alta Dirección Pública. Tomaron en cuenta cuatro dimensiones esenciales para el desarrollo de esta modalidad de trabajo: la infraestructura tecnológica, los elementos normativos y reglamentarios, y los aspectos personales e individuales de directivos/as y trabajadoras/es a cargo.

Condición de trabajo de directivos/as y equipo bajo ASPO

Fuente: elaboración propia en base a la Encuesta de CIPPEC-UMET-CEDyAT. N=280

La capacidad de respuesta y de adaptación de este conjunto de funcionarios/as permitió, en gran medida, la continuidad de las tareas y procedimientos del Estado. La mayoría desplegó sus tareas y responsabilidades con infraestructura tecnológica y estrategias de abordaje de trabajo propias, y sin la capacitación previa necesaria de sus equipos de asistencia. La calidad del trabajo de los equipos sufrió las exigencias y demandas inusuales del contexto y tuvo cierto deterioro en los meses de aislamiento.

La encuesta permitió identificar áreas de oportunidad para fortalecer el rol de la dirección pública, mejorar el desempeño de los equipos de trabajo en las burocracias estatales y poner en valor el rol del Estado a la hora de innovar en vistas de la continuidad de la emergencia sanitaria y la pandemia.

La capacitación sobre formatos de trabajo remoto (gestión de sistemas informáticos, uso de plataformas digitales, habilidades blandas para la comunicación y coordinación de equipos de trabajo a distancia), la planificación y diseño de protocolos para el trabajo no presencial y con formatos híbridos que combinen la presencia física con una frecuencia y carga horaria reducida, y la reingeniería de procesos que sean sensibles a los horarios y tareas de cuidado y favorezcan la corresponsabilidad de géneros en relación a las tareas del hogar son algunos de los senderos que se podrían tomar para avanzar en esta dirección.

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