Los instrumentos internacionales y las leyes nacionales reconocen el derecho de las familias a contar con tiempo para destinar al cuidado de sus hijos e hijas. El ejercicio de este derecho depende, en gran medida, de las oportunidades que brindan las políticas públicas.
El cuidado no es únicamente un derecho de los padres sino que también es un derecho de los niños, reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley nacional 26.061, que también establece la igualdad en términos de obligaciones y responsabilidades en la crianza por parte de la madre y el padre.