Desde 2011 CIPPEC elabora evaluaciones independientes y externas de impacto, resultados, procesos y diseño de políticas, planes y programas de gobierno y de instituciones de la sociedad civil. A través de enfoques metodológicos inteligentes, que buscan el mejor camino analítico con base en los datos existentes, intentamos dar respuesta a preguntas relevantes para las políticas públicas: ¿se logran los objetivos de planes y programas?, ¿son los efectos los esperados?, ¿se pueden mejorar los resultados que se obtienen?, ¿hay chance de perfeccionar la gestión?
Además, sistematizamos evidencia para entender los sectores en los que evaluamos y conocer los efectos comprobados de políticas con enfoques de intervención similares. Así, los hallazgos y las recomendaciones se utilizan para informar a los tomadores de decisión; mejorar el diseño, análisis e implementación y rendir cuentas.
Estos análisis se pueden ver en imPPacto, el banco de evaluaciones de impacto de CIPPEC.
De esta manera, contribuimos con el fortalecimiento de las instituciones y los sistemas de evaluación para avanzar hacia una política nacional de evaluación en la Argentina. Pero, ¿qué aprendimos después de 20 evaluaciones independientes en los sectores económico, social, educativo, justicia, salud e institucional?
- La evaluación de impacto y resultados que tienen las políticas públicas depende de la voluntad de los funcionarios o de los compromisos internacionales asumidos en el marco de proyectos con financiamiento externo. Por ejemplo, el ministerio de educación, el de trabajo y empleo, y el de producción de la Nación tienen áreas específicas dedicadas a la evaluación de las políticas. Sin embargo, no es una regla para todas las carteras sectoriales.
- Los datos disponibles para la realización de estudios cuantitativos es insuficiente pero se puede mejorar. La escasez de líneas de base para el diseño de los programas, la debilidad estadística de agencias gubernamentales, el foco en los procesos y no en los efectos de las intervenciones dificultan la capacidad metodológica de las evaluaciones.
- No hay plata para evaluar. Por ejemplo, sólo el 33% de las políticas sociales nacionales en 2015 tenía presupuesto para desplegar un sistema de monitoreo y una estrategia de evaluación. Sin recursos no hay implementación.
- La Argentina carece de una política nacional de evaluación ordenadora de la función de monitoreo y evaluación de las acciones del Estado. Sin una política nacional de evaluación ordenadora las capacidades institucionales para diseñar, planificar, implementar, monitorear y evaluar políticas difieren entre ministerios, agencias de gobierno, provincias y municipios.
- Las provincias tienen capacidades diversas y en muchos casos se prioriza la mirada sobre los procesos antes que el impacto o los resultados. En algunas provincias como Santa Fe, se observa el esfuerzo por evaluar políticas como el Plan Abre o el Plan del Norte y el de la ciudad de Rafaela por crear una Agencia de Evaluación. En la provincia de Buenos Aires existe un esfuerzo por la evaluación de la gestión y en San Miguel se está evaluando el programa “1000 días”. En Córdoba se dieron evaluaciones de programas y de diseño de políticas. Sin embargo, los esfuerzos están desarticulados y muchos se discontinuaron.
Sin política, con un sistema débil y sin organismo rector, la Argentina queda relegada en un debate necesario sobre el impacto y la efectividad de las políticas públicas nacionales o provinciales. También se reduce la capacidad de aprender sobre los resultados de las intervenciones estatales ya que no existen marcos y prácticas que faciliten y exijan la medición y el análisis sistemático de planes y programas.
Desde CIPPEC proponemos la consolidación de una política nacional de evaluación que fortalezca el sistema nacional de monitoreo y evaluación, cree una Agencia Nacional de Evaluación, desarrolle capacidades a nivel nacional y provincial y, por supuesto, impulse la realización de más y mejores evaluaciones para fortalecer la toma de decisiones basadas en datos de calidad.