Publicado en abril del 2020
Momentos de crisis como el actual requieren de respuestas de políticas legítimas y que cuenten con el apoyo de las mayorías. El Congreso es el ámbito natural para la deliberación y la toma de decisiones consensuadas. Sin embargo, la pandemia plantea para los legislativos un dilema muy particular: tomar decisiones como cuerpo colegiado sin dejar de cumplir con las condiciones de aislamiento preventivo y obligatorio.
Como se refleja en el primer documento de esta serie (Tchintian, Abdala & Seira, 2020), la evidencia comparada señala que los parlamentos del mundo han tomado diferentes medidas para hacer frente a este dilema: desde medidas extremas como la cancelación de las sesiones legislativas, hasta otras más intermedias como limitar el trabajo legislativo para el tratamiento de situaciones de emergencia. La incorporación de tecnología al proceso legislativo es una alternativa más, que ofrece la posibilidad de que el Congreso cumpla con su rol sin desafiar la necesidad de distanciamiento social, y una opción adoptada por varios países del mundo.
En este documento presentamos una serie de recomendaciones para que el Congreso Nacional tenga en cuenta a la hora de avanzar en la implementación de tecnología a su proceso legislativo y que aseguren la legitimidad, la integridad, la transparencia y la igualdad de acceso en los procesos y resultados.