El federalismo fiscal argentino sufre de un elevado desequilibrio vertical, producto de la asignación de potestades tributarias y responsabilidades de gastos entre los diferentes niveles de gobierno. Como consecuencia, los gobiernos provinciales no pueden financiar con recursos propios la proporción del gasto de la que son responsables.
Esa brecha intenta ser compensada con un régimen de trasferencias cuyo pilar fundamental es la Ley de Coparticipación Federal Nº 23.548. Adicionalmente existen regímenes especiales complementarios -derivados de la propia coparticipación o de determinados impuestos- y otras trasferencias presupuestarias de carácter discrecional que el gobierno nacional gira a las provincias bajo diferentes modalidades.
Las relaciones fiscales entre gobiernos transcurren en un complejo sistema de transferencias configurado al calor de las recurrentes crisis fiscales, y procesos de descentralización con financiamiento parcial. El marco de este sistema es la Ley de Coparticipación Federal con sus innumerables alteraciones que, a pesar del mandato constitucional de 1994, no ha podido ser modificada.
El objetivo del trabajo consiste en analizar cómo han evolucionado estas transferencias nacionales, en sus diferentes variantes, remitidas al conjunto de las provincias durante los últimos doce años, no solo desde el punto de vista cuantitativo sino también cualitativo, observando su incidencia tanto en los recursos tributarios nacionales como en el total de recursos provinciales. Asimismo y en virtud de sus potenciales derivaciones en la distribución de la renta federal, se analiza la situación planteada en torno al reclamo de actualización del Fondo del Conurbano Bonaerense por parte de la provincia de Buenos Aires.
Por último, se describen las principales reglas cuantitativas a las que deberán ceñirse la Nación y las provincias a partir del año próximo, en caso de que el reciente proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal sea aprobado en el Congreso Nacional.