El trabajo de cuidados, remunerado o no, apoya todas las actividades económicas en sociedades a escala global. Sin embargo, en América Latina, la prestación de cuidados tiende a recaer desproporcionadamente en los hogares, con una menor participación del sector público, los mercados o el tercer sector.
Las actividades de cuidado, ya sean remuneradas o no, son absorbidas desproporcionadamente por las mujeres, no solo en sus casas, sino también en sus trabajos, barrios y organizaciones sociales. Redistribuir este trabajo de cuidados se convierte, por tanto, en un factor clave para revertir la brecha de género, promoviendo la igualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres.
En este trabajo fue realizado junto a Southern Voice y the International Development Research Centre (IDRC).
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