Sólo mediante el constante seguimiento de las actividades de nuestros representantes, la información exhaustiva a de los ciudadanos y el fortalecimiento de una cultura social que exija rendición de cuentas, podrá la sociedad civil contribuir a un funcionamiento de la economía más eficiente y efectivo en el logro de sus resultados. Porque nosotros, la sociedad en su conjunto, formamos parte de lo que sucede o puede suceder en la agenda pública y en las decisiones sobre el manejo y la administración de los recursos del Estado, que son en realidad “nuestros” recursos. Con esta aspiración en mente presentamos el informe que adjuntamos.