Resumen metodológico
Se desarrolló un protocolo que permite observar y medir, a través de indicadores cuantitativos y cualitativos, el grado de evaluabilidad de las políticas públicas. Dicho protocolo se desagrega en cinco dimensiones que contienen indicadores y preguntas-guía pensadas con el propósito de lograr una aproximación holística a nuestro objeto de estudio para, de esta manera, minimizar la probabilidad de omitir variables relevantes en nuestro análisis.
Con el fin de reforzar la legitimidad del instrumento, se realizaron una serie de actividades con funcionarios relacionados con los distintos planes y programas analizados para obtener sus visiones.
Principales hallazgos y recomendaciones
Se observa que hay niveles muy desiguales de desarrollo, el cluster análisis nos deja ver que hay dos grandes grupos de políticas: aquellas con un estado avanzado en material de evaluabilidad y las otras con una situación diametralmente opuesta. De todas las dimensiones, la dimensión 1 “calidad de la planificación y del diseño de la intervención para lograr los efectos deseados” es la que mayor nivel de desarrollo tiene. (…) En contraposición, la 5a dimensión “recursos efectivos destinados a la evaluación” es la que requiere mayor desarrollo. Como ya se mencionó, los recursos específicos asignados a la evaluación son un elemento fundamental para garantizar la evaluabilidad. (…) La 2a dimensión, “calidad del sistema de información para el seguimiento, la producción y el archivo de la evidencia”, tiene en promedio una gran cantidad de programas con niveles altos de evaluabilidad. Sin embargo, vale destacar que encontramos que casi todos aquellos con bajos niveles generales de evaluabilidad presentan un magro desarrollo de sus sistemas de información. (…) Finalmente, las dimensiones 3 “calidad de la estrategia de evaluación prevista”, y 4 “estrategia de actores adoptada para incluir la participación durante las diferentes etapas de seguimiento y evaluación”, parecen comportarse siguiendo a las otras dimensiones.
Entonces, vale la pena preguntarnos ¿cómo puede fortalecerse la evaluabilidad de planes y programas de gobierno? Creemos que de nuestro análisis se desprenden por lo menos dos dimensiones de trabajo para avanzar en una agenda de mejora de la evaluabilidad de las intervenciones públicas: 1) fortalecimiento del contexto institucional, calidad del diseño de las políticas públicas y enforcement del enfoque de evaluación y 2) desarrollo de capacidades en los organismos implementadores.