La formación de las leyes en nuestro país, como en otros lugares del mundo, siempre ha estado rodeada de suspicacias, cuando no de fundadas sospechas. “Hecha la ley, hecha la trampa”, reza un dicho popular de alcance universal.
Los escrúpulos están puestos sobre el proceso mismo de formación. En el propio texto de la ley -se dice- está escrita la posibilidad de su violación. Este manual de consulta no presupone la existencia de un sistema corruptor de las leyes en nuestro país, ni pretende poner al descubierto un repertorio de vicios y mañas que puedan ser inherentes a la práctica legislativa.
Sí aspira, en cambio, a acercar al lector un conjunto de información básica en torno a cómo deben hacerse las leyes en Argentina y mostrar, en algunos casos, cómo se las hace en la realidad.