La tragedia de Once puso a los ferrocarriles de la Región Metropolitana de Buenos Aires en la mira. Los indicadores de oferta, eficiencia y calidad disponibles muestran un marcado deterioro desde 1999.

También evidencian que el modelo de gestión instaurado desde la salida de la convertibilidad redujo al desligar los ingresos de la cantidad de usuarios y la calidad brindada los incentivos para que las empresas inviertan y realicen tareas de mantenimiento: entre 2003 y 2010, la inversión alcanzó solo una décima parte de lo necesario para reponer la depreciación de los activos.

En ese sentido, CIPPEC propone desarrollar una política ferroviaria metropolitana que aumente la capacidad, mejore la calidad del servicio y modernice la tecnología.