Publicado en junio de 2019
El Plan del Norte (PDN) tiene entre sus objetivos garantizar el abastecimiento de agua potable a la población de las localidades del Norte a fin de disminuir las brechas existentes en relación a la cobertura entre los departamentos de esta región y el resto de la provincia.
Garantizar la disponibilidad de agua potable y su gestión sostenible es el Objetivo 6 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del desarrollo sostenible por su impacto sobre la salud de la población y la producción de alimentos. El gobierno de Argentina adoptó como meta a lograr en 2030 el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.
En 2015, los tres departamentos de la región Norte de la Provincia de Santa Fe tenían una tasa de cobertura poblacional de la red de agua potable del 62% y en 2018 llegó a 72%. A fin de incrementar la cobertura se planificó la ejecución de tres proyectos de construcción de acueductos y dos proyectos de extensión de las redes de distribución local enmarcados en la Línea Estratégica de Integración Territorial. Uno de los proyectos ya finalizados, desarrollado por el Ministerio de Infraestructura y Transporte en conjunto con la UTN Reconquista, es el Acueducto del Norte Santafesino que se inauguró en Marzo de 2018.
En el marco de la colaboración de CIPPEC con la Provincia de Santa Fe para el monitoreo y evaluación del PDN, se realizó una evaluación del Acueducto del Norte Santafesino con el objetivo de valorar los cambios generados en la calidad del servicio de agua de las localidades afectadas y sobre su población y las capacidades institucionales locales para la operación del servicio.
Cambios en la calidad del servicio
I. Cobertura: se incrementó a prácticamente el 100% de la población urbana y rural agrupada de las localidades. Todavía quedan algunos parajes sin acceso a la red.
II. Continuidad del servicio: se logró por primera vez un servicio continuo. Existen interrupciones en algunas localidades, pero son menores a las registradas con anterioridad.
III. Calidad: existe consenso de que el agua provista por la red mejoró considerablemente. La mayoría de las personas encuestadas sostiene que el color, el olor y el sabor del agua provista en la actualidad es
“buena” o “muy buena”.
IV. Cantidad: la mayoría de las personas encuestadas expresó su conformidad con el nivel de presión de la misma en comparación a la situación previa.
V. Costo: no en todas las localidades se está cobrando el servicio (en Golondrina no se
cobra, en Intiyaco y Garabato se cobra una tarifa plana de $100 y en Villa Ana en función del consumo). En los casos en que se cobra una factura, la mayoría de las personas encuestadas afirmó que le cuesta “poco” o “nada” pagarla.
Cambios en los comportamientos de las poblaciones beneficiadas
I. Fuentes de agua utilizadas: la mayoría de las personas encuestadas dejó de utilizar otras fuentes de agua alternativas (aljibes con agua de lluvia, bidones) al sistema de red de la comuna lo cual implicó una reducción en los gastos para abastecimiento.
II. Higiene y limpieza: la mayoría de las personas encuestadas afirmó que desde que tiene acceso al nuevo servicio de agua incrementó la frecuencia para lavarse las manos, bañarse o limpiar su vivienda.
III. Modificaciones en las viviendas: pocas personas realizaron reparaciones y cambios en las cañerías internas de sus domicilios.
Capacidades institucionales a nivel local
I. Capacidades. El servicio de agua es operado de manera directa por las comunas. Se observa en general baja capacidad técnica y administrativa para realizar una gestión eficiente que garantice la sostenibilidad de los servicios en el largo plazo.
II. Datos. Se observa la carencia de datos sobre el funcionamiento del servicio, vinculado a por ejemplo cantidad de medidores instalados, cantidad de agua consumida por día o la tasa de morosidad en el pago. Esta carencia afecta no sólo la capacidad de planificar, sino también para monitorear el funcionamiento.
III. Sistemas de cobro. La capacidad para cobrar el servicio es muy diferente entre las comunas analizadas. En los casos más avanzados disponen de un programa de facturación y estrategias para incentivar el consumo. Se observa dos dificultades importantes: la ausencia de análisis de costos de operación del servicio y, en algunos casos, la inexistencia de medidores en todas las conexiones domiciliarias.
IV. Mantenimiento. En algunas localidades no están los recursos para garantizar el funcionamiento de la planta, para verificar que el tanque tenga cloro o que se cortó el agua porque se apagó la bomba.