Publicado en febrero de 2020
En Argentina, el conteo oficial de los resultados de las elecciones comienza 48 horas después de terminada la votación y está a cargo de la justicia electoral nacional. Este procedimiento genera los resultados con los que se proclama a los representantes electos. El conteo provisorio, en cambio, produce los datos que se difunden el mismo día de la elección. Está a cargo del Ministerio del Interior y se realiza a partir de los telegramas de cada mesa con el fin de brindar información a la ciudadanía.
En las elecciones nacionales de 2019 se introdujo un cambio en la logística de telegramas que incidió en el recuento provisorio. Todos los centros de votación que contaran con cobertura de datos recibieron un kit de transmisión y escanearon e informaron los telegramas con los resultados directamente desde el establecimiento de votación a un servidor del Correo. Hasta entonces, el Correo los recolectaba y transportaba físicamente hasta las sucursales digitales para ser escaneados y transmitidos desde allí. La nueva modalidad requirió la utilización de notebooks, scanners y routers en todos los centros de votación que transmitieran la información desde el lugar, y se aplicó al 78% de los telegramas computados en las elecciones primarias y las generales.
La implementación de estos cambios generó resistencias entre los partidos. Hubo reclamos ante la justicia electoral para obtener información oficial sobre el nuevo procedimiento, los equipos y el software, así como también para garantizar la posibilidad de fiscalizar las distintas instancias del procedimiento. También se interpuso un amparo para que se garantice la presencia de delegados judiciales en los centros de votación y el acceso a las instancias de fiscalización. A raíz de estas presentaciones la justicia electoral intimó a la Dirección Nacional Electoral para que entregue el software, dispuso una serie de medidas destinadas a garantizar la fiscalización de las operaciones relacionadas con el recuento provisorio y fijó condiciones para iniciar la publicación de los datos.
Este documento de trabajo analiza el funcionamiento del recuento provisorio de las elecciones primarias del 11 de agosto y de la elección general del 27 de octubre de 2019. Específicamente, se estudian los resultados electorales por mesa y las marcas de tiempo de los sucesivos pasos del recuento provisorio para determinar si éste procedió con normalidad, estuvo libre de demoras o interrupciones injustificadas y de sesgos en favor o en contra de alguno de los/as competidores/as.
El recuento provisorio fue exhaustivo. En las PASO se llegó a contar el 96,3% de las mesas habilitadas en todo el país, aunque en 4 provincias la cobertura fue inferior al 95% (Chaco, Jujuy, Catamarca y provincia de Buenos Aires). En las elecciones generales la cobertura fue del 97,1% de las mesas habilitadas y en todas las provincias se superó el parámetro de 95%.
En ambas instancias electorales las etapas de escaneo, transmisión y consolidación de los telegramas en el servidor del Correo ocurrieron con normalidad, sin interrupciones ni inestabilidades que indiquen interferencias o manipulación. La recepción en el servidor de recuento fue inestable en las PASO, mientras que en las elecciones generales transcurrió con normalidad. En cuanto al horario de publicación de los resultados, en las PASO los datos no estuvieron disponibles hasta 90 minutos después de lo estipulado por la Cámara Nacional Electoral, mientras que en las elecciones generales se publicaron a partir del momento pautado por la justicia.
El nuevo sistema de transmisión redujo considerablemente el tiempo transcurrido entre el cierre y el escaneo: en promedio transmitir desde las escuelas redujo en 69 minutos el tiempo transcurrido hasta escanear cada telegrama. Los telegramas de las mesas en las que ganó el Frente de Todos demoraron en promedio más en escanearse y transmitirse, y esa diferencia se acentuó en cada paso posterior. Aunque las diferencias en cada paso son pequeñas, la diferencia acumulada en todo el proceso es estadísticamente significativa. Además, al examinar los datos por provincia, se observa que esta secuencia no ocurre en todo el territorio. Este sesgo partidario no parece intencional, sino que pareciera relacionado con características propias de las mesas, por ejemplo, la cantidad de gente que se presentó a votar y el horario en que se presentó, la cantidad de listas en competencia, el nivel de instrucción, la capacitación y la pericia de la autoridad de mesa, la cantidad de fiscales presentes, la conflictividad en la mesa, la organización de la escuela y el sistema de transmisión que se utilizó.
A partir de los hallazgos presentados se ofrecen algunas recomendaciones. Mantener el escaneo y la transmisión de los telegramas desde los lugares de votación, garantizando la capacidad operativa para recibir, procesar y publicar el flujo de datos generado por el Correo sin demoras ni interrupciones. Considerar modalidades alternativas de transmisión que puedan minimizar los requerimientos de hardware. Fortalecer el control público sobre el desarrollo del sistema, su implementación y su operación, y garantizar el acceso de los partidos a las instancias de fiscalización. Asimismo, se sugiere establecer criterios claros y conocidos para el funcionamiento del recuento provisorio con el fin de ofrecer previsibilidad a las agrupaciones políticas y permitir la fiscalización partidaria y el control público y social. En la misma línea, es recomendable mantener un canal de comunicación con las agrupaciones políticas durante la organización y la operación del recuento provisorio para despejar dudas y canalizar inquietudes.