Argentina y la evolución de la economía mundial: el objetivo de reinsertarnos en el mundo enfrenta vientos de frente por el retroceso de la globalización


La economía mundial no se recuperó de la crisis del 2008. Evitó el colapso financiero pero entró en una dinámica caracterizada por un crecimiento raquítico, donde el modesto repunte de Estados Unidos y el algo más sano desempeño doméstico de Alemania (que por contrapartida contribuye a mantener deprimida al resto de Europa) no alcanzan a reavivar la economía mundial, a punto tal que economistas del prestigio de L. Summers, P. Krugman o J. Stiglitz entre otros, ya hablan de una nueva normalidad donde se vislumbra un proceso global de estancamiento secular (secular stagnation)
La locomotora china también viene desacelerándose fuerte por el enfriamiento de la economía mundial que frena sus exportaciones y las dificultades que enfrenta el “rebalanceo” de su economía, que no logra hacer despegar el consumo interno.
La evolución del comercio mundial (medido por la variación de las importaciones totales), experimenta un comportamiento bien diferente. Durante el primer quinquenio del nuevo siglo su crecimiento alcanzó 11,2% promedio (cerca del doble del de los 80s y 2/3 por encima del de los 90s), triplicando prácticamente el del PIB mundial de ese mismo quinquenio y poniendo de manifiesto el acelerado proceso de integración que estaba experimentando la economía mundial. La expansión del comercio, por otra parte, abarcó tanto al mundo desarrollado (donde el crecimiento promedio fue de 10%) como a los países en desarrollo (13,6%). A partir de 2006, en cambio, el comercio mundial se desplomó (tanto en el caso de los desarrollados como de los en desarrollo) y en los años que van de 2012 a 2015 su crecimiento apenas superó 3% (unatasa inferior al 25% de la del período 2000-2005) como resultado de una drástica esaceleración a 2,6% en los países desarrollados y a 4%, igualmente dramática, en el mundo en desarrollo.

Relacionados


    Recibí novedades