La incidencia del abuso sexual infantil y adolescente y la insuficiente información y acceso con la que cuentan los adolescentes para planificar su vida reproductiva hacen que la tasa de fecundidad adolescente se mantenga estable hace más de una década. La caída de la tasa de fecundidad global genera que el peso relativo de los nacimientos de madres adolescentes aumente en Argentina. Este fenómeno es muy heterogéneo, incidiendo de forma diferencial entre las provincias y entre los sectores de distintos niveles de ingreso.

Las provincias con menores recursos y los adolescentes de ingresos más bajos son los que muestran la mayor ocurrencia del embarazo no intencional. Esto tiene impactos profundos sobre la transición a la vida adulta que atraviesan los adolescentes y jóvenes. Las tareas de cuidado aparejadas al nacimiento de un hijo y la necesidad de salir al mercado laboral para cubrir estos gastos generan un círculo vicioso que adquiere características distintas dependiendo del género: mientras las mujeres tienen mayor probabilidad de retirarse del sistema educativo y del mercado de trabajo, los varones experimentan la tendencia a abandonar los estudios e insertarse en sectores informales de la economía. En general, estas trayectorias dificultan la acumulación de capital humano y el ejercicio de derechos.

Dada la complejidad de esta experiencia y de sus múltiples implicaciones, CIPPEC busca un abordaje integral que, a través del fortalecimiento de los programas de salud, educación y desarrollo social con líneas de acción relacionadas y realizando una priorización territorial, permita que cada embarazo sea buscado y que las consecuencias de la maternidad y paternidad adolescente permitan una trayectoria de inclusión educativa, social y laboral.