El impacto de la pandemia en la educación secundaria en Argentina y América Latina
CIPPEC busca generar información de calidad y propuestas de políticas para contribuir a la universalización de la educación secundaria en Argentina. Para eso, analiza el impacto de la pandemia en las trayectorias, los aprendizajes y las desigualdades educativas.
El regreso a las aulas se da en condiciones educativas, económicas y sociales deterioradas luego de un año y medio de convivencia con la pandemia. Este escenario plantea nuevos desafíos para avanzar en universalizar el acceso a una educación secundaria de calidad y refuerza la necesidad de implementar acciones para apoyar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo, reinsertar a aquellos que hayan abandonado sus estudios y garantizar la terminalidad de ese nivel.
¿Qué sabemos sobre abandono escolar en Argentina?
Antes de la irrupción de la pandemia por COVID-19, el 95% de los/las adolescentes y jóvenes de entre 12 y 17 años asistían a la escuela, pero solo 7 de cada 10 jóvenes de los grandes centros urbanos habían finalizado la educación secundaria. En Argentina, el sistema educativo garantiza el acceso de casi todos los adolescentes, pero presenta desafíos para asegurar la permanencia y alcanzar niveles similares de graduación de ese nivel educativo.
¿Qué sabemos del impacto del cierre de escuelas en los aprendizajes y la inclusión educativa en América Latina y el Caribe?
El abandono escolar era una de las principales problemáticas de la educación secundaria tanto para Argentina como para los demás países de América Latina y el Caribe. Se espera que la suspensión de la presencialidad agrave esta situación. El BID estimó que 1,2 millones de niños, niñas y jóvenes podrían abandonar sus estudios como consecuencia directa de la pandemia durante el 2020 en América Latina y el Caribe. El 90% serían adolescentes que asisten al nivel secundario. Este escenario implica un retroceso de casi una década de inclusión educativa.
Entre 2010 y 2018, el porcentaje de jóvenes fuera de la escuela se redujo un 5% casi 1,5 millones de jóvenes. Se espera que la tasa de jóvenes fuera de la escuela ascienda a un 22%, valor similar al que teníamos en el 2012.
Es probable que esa proyección de mayor abandono escolar también se verifique en Argentina. Durante el 2020, 4 de cada 10 jóvenes tuvieron bajo o nulo vínculo con sus docentes: no recibían tareas o lo hacían una sola vez por semana y sin devolución. En el primer semestre de 2021, hubo semanas en las que 9 de cada 10 estudiantes no asistían a las aulas. Adicionalmente, se incrementó el tiempo que los jóvenes dedican al trabajo, ya sea en el hogar o fuera de él, debido a la pérdida de ingresos de los hogares.
El abandono escolar es el resultado de un proceso, más que una decisión ante un evento particular, en el que intervienen múltiples factores. Las investigaciones señalan que uno de los factores más importantes que anticipan este fenómeno es el desempeño académico. El escenario de estudiantes con menores niveles de aprendizajes, particularmente en grupos de mayor vulnerabilidad, será propicio para la existencia de mayores niveles de abandono escolar.
Actualmente, el país no cuenta con una evaluación que permita conocer con precisión el nivel de aprendizaje de los estudiantes en este nuevo contexto. Sin embargo, es altamente probable que estemos en un escenario de menores aprendizajes respecto de los esperados en circunstancias normales.
Esta pérdida de aprendizajes será mayor en los estudiantes con niveles socioeconómicos más bajos debido a las mayores dificultades para acceder a una educación a distancia de calidad durante los períodos de no presencialidad y a las menores posibilidades de apoyo en el hogar por el menor nivel educativo de padres y/o madres. Adicionalmente, estos hogares son los más afectados por la merma de ingresos en pandemia, lo que genera presiones en los adolescentes para un uso del tiempo más intensivo vinculado al trabajo.
Una de las respuestas posibles al abandono escolar
Los sistemas de alerta temprana (SAT) para la prevención del abandono escolar son una de las opciones más recomendadas para incluir en este conjunto de políticas orientadas a proteger las trayectorias escolares. Un SAT es una herramienta para identificar a los estudiantes en riesgo de abandonar la escuela a partir de la presencia de factores específicos que contribuyen al abandono. A partir de esta identificación, el sistema los apoya para que permanezcan en la escuela mediante estrategias e intervenciones para satisfacer sus necesidades específicas.
El Programa de Educación de CIPPEC trabaja para fortalecer al Estado en el diseño y la implementación de políticas que contribuyan a avanzar hacia una mayor justicia educativa en la Argentina. Para ello, se apoya en una perspectiva de largo plazo, la producción de evidencia rigurosa y el fortalecimiento del diálogo público. Conoce más sobre su trabajo acá.
Este proyecto se enmarca en las actividades del Laboratorio de Innovación y Justicia Educativa (EduLab) del Programa de Educación de CIPPEC.
