CIPPEC lleva adelante el proyecto "Desarrollo de sistemas de alerta temprana para prevenir el abandono escolar en el nivel secundario”
La escuela secundaria es la última experiencia educativa formal por la que pasa la mayoría de las personas. Por esa razón ocupa un lugar clave en el desarrollo de las capacidades de los y las jóvenes y en la configuración de las oportunidades con que van a contar a futuro.
Hoy el sistema educativo de la Argentina se enfrenta a dos grandes desafíos. Por un lado, a pesar que prácticamente la totalidad de adolescentes que finalizan la escuela primaria ingresan a la secundaria, apenas dos de cada diez estudiantes llegan al último año en el tiempo teórico esperado y con niveles de aprendizajes satisfactorios en lengua y matemática (informe de Argentinos por la Educación, 2022). Por el otro, la finalización del nivel también se encuentra comprometida: del grupo de jóvenes de entre 18 y 24 años de centros urbanos de Argentina, siete de cada diez completan sus estudios secundarios.
Frente a este contexto, los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) se están consolidando como una de las acciones recomendadas por expertos para proteger las trayectorias escolares y prevenir el abandono escolar. Los SAT son una herramienta de apoyo a la política educativa, vinculada a los sistemas de información educativa y diseñada para identificar a estudiantes en riesgo de abandonar la escuela y acercarles estrategias adecuadas que fortalezcan su vínculo con la escuela. En Latinoamérica, muchos países cuentan con estos sistemas que fueron desarrollados, en su mayoría, a partir de la pandemia. Argentina no cuenta con SAT consolidados a nivel nacional, ni provincial.
Desde el proyecto “Desarrollo de sistemas de alerta temprana para prevenir el abandono escolar en el nivel secundario”, que cuenta con el apoyo de Tinker Foundation, el programa de Educación de CIPPEC provee asistencia técnica para el desarrollo de SATs para prevenir el abandono escolar en la educación secundaria en dos sistemas educativos subnacionales de Argentina: Entre Ríos y Mendoza. A través de este apoyo, el objetivo es que las provincias, en 2023, pongan en marcha sus propios sistemas para detectar y atender, oportunamente, a estudiantes en riesgo de abandonar la escuela.