Respecto a la ejecución del presupuesto, en este mismo período el patrón es la sub-ejecución en las distintas funciones (Gráfico 2 y Gráfico 3). El aumento de la tasa de sub-ejecución año tras año da cuenta de que no se han cumplido los objetivos propuestos al momento de la aprobación del presupuesto.
De todos modos, hay algunas excepciones: en el caso de Agua Potable y Alcantarillado la ejecución supera al gasto asignado por Ley de Presupuesto para todos los años (a excepción de 2017, donde la ejecución está considerada hasta septiembre). La función Vivienda y Urbanismo tuvo un pico de ejecución de 1,1 puntos porcentuales por sobre el presupuesto asignado por ley en 2013, y de 0,6 en 2014, mientras que para el resto de los años hubo sub-ejecución.
Comprender en forma exhaustiva el gasto en hábitat en un esquema federal requiere complementar esta información con la de los niveles sub-nacionales. Sin embargo, este análisis permite comprender cuál es el rol del PEN en la administración de los recursos que impactan en el desarrollo urbano. En ese sentido, es relevante remarcar que tanto lo asignado por ley como lo ejecutado a nivel nacional ha mantenido una curva decreciente desde 2015