Formosa, La Rioja y San Juan aparecen dentro del grupo de provincias más beneficiadas por la coparticipación y con menor esfuerzo educativo presentan. Debe destacarse que en toda la historia del FCS no ha quedado claro el criterio de entrada y salida de las provincias de este fondo, ya que no ha sido reglamentado su criterio de distribución, dando lugar a una importante discrecionalidad.
La distribución de los recursos nacionales está concentrada en el complemento del salario docente que se distribuye a las provincias. La distribución igualitaria del FONID no reduce las inmensas desigualdades salariales entre las provincias. En cambio, el FCS fue creado con este fin y no ha tenido criterios transparentes de distribución. Incluso no tiene una correlación clara con los recursos fiscales por habitante, que son el verdadero origen de las desigualdades en el financiamiento educativo de las provincias. Las provincias más pobladas son las que explican esta situación: son provincias con Estados muy pobres que no reciben el Fondo Compensatorio. El caso de la provincia de Buenos Aires es paradigmático, dado que es por lejos la que menos recursos fiscales por habitante tiene.
El Fondo Compensatorio juega un rol importante para redistribuir recursos en favor de varias provincias pobres en su población y en sus recursos estatales. Podría ser mucho más transparente en su distribución y considerar criterios objetivos. En ese caso podría funcionar de manera más coherente para garantizar una mayor equidad entre las provincias. De cualquier forma, la disminución de la participación del Fondo Compensatorio es un riesgo para lograr el objetivo de reducir las desigualdades de financiamiento educativo entre las provincias. Concentrar los recursos en el FONID es una alternativa que impide tener criterios redistributivos y reproduce las desigualdades existentes.