El tipo de cambio fue utilizado como ancla sobre los precios y para estimular el ingreso y consumo privado. Esta estrategia impulsó fuertemente a la economía en el bienio 2010-11 pero desembocó en una corrida cambiaria y una significativa caída de las RRII del BCRA, que culminó en noviembre de 2011 en la imposición del “cepo”. Los tipos de cambio real multilateral y bilateral con Estados Unidos —que miden el grado de competitividad cambiaria con relación al conjunto de los socios comerciales del país y con Estados Unidos, respectivamente— se mantuvieron en valores bajos (poco competitivos) desde la implementación del cepo, aún pese a las correcciones cambiarias de 2014 y 2016 que sólo tuvieron efectos transitorios.
El valor actual del tipo de cambio —en torno a los $28— se sitúa en un nivel levemente por encima del promedio del tipo de cambio real del período 1991-2018, el cual puede considerarse como una aproximación al valor equilibrio. El tipo de cambio actual es 12% superior al promedio del bilateral con Estados Unidos ($24,8) y 3% mayor al promedio del multilateral. Dado que estamos lidiando con aproximaciones, podríamos decir que el tipo de cambio actual se encuentra dentro del entorno del equilibrio.