El gobierno argentino decidió acudir al FMI el 8 mayo de 2018 para evitar un overshooting cambiario y sus negativas consecuencias. Las tensas semanas que precedieron la decisión, así como la propia iniciativa del gobierno sorprendieron a la mayoría de los analistas. El desencadenante de los acontecimientos no fue de origen doméstico sino externo. La suba de tasas de interés en los Estados Unidos —desde niveles históricamente muy bajos— precipitó un cambio en las carteras de los inversores internacionales en detrimento de los activos de países en desarrollo y emergentes. La evidencia muestra que los principales determinantes de los flujos de capital a economías en desarrollo y emergentes son de origen externo (Calvo et al, 1996; Forbes y Warnock, 2012). Los movimientos en las tasas de interés que pagan los títulos de deuda soberana de los países desarrollados —con Estados Unidos a la cabeza— son típicamente los principales causantes de los cambios en la entrada o salida de capitales a los países en desarrollo y emergentes.
Elaboración propia en base a Federal Reserve Economic Data (FRED).