Las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) fueron establecidas en 2009 para la selección de candidatos a los cargos electivos del nivel nacional (Ley 26.571) y se utilizaron por primera vez en las elecciones de 2011. Con ellas, se buscaba fomentar la democratización interna de las agrupaciones políticas en el proceso de selección de candidaturas y ordenar la oferta electoral a través de la construcción de opciones más claras para los votantes.
De este modo, como su nombre lo indica, las PASO adquirieron cuatro características definitorias.
Primarias
Porque definen las candidaturas a los cargos electivos.
Abiertas
Porque cualquier votante puede participar en la primaria de cualquier agrupación, sin necesidad de estar afiliado a un partido político.
Simultáneas
Porque las primarias de todos los competidores ocurren el mismo día.
Obligatorias
Porque todos los partidos que quieran competir en la elección general deben participar en las primarias, aun cuando presenten una lista única, y porque también los ciudadanos están sujetos a la misma obligación de votar.
Más participación y más transparencia, dos pilares de esta reforma, son principios incuestionables que hacen a la mejora de la calidad democrática. A pesar de ello, cada vez que se aproxima un nuevo ciclo electoral en nuestro país, se reavivan los cuestionamientos a las PASO.