El Ministerio de Educación de la Nación publicó el primer informe de resultados de la prueba Aprender. Las evidencias muestran que el nivel educativo no empeora (incluso mejora), pero también que la educación está mal distribuida y es de baja calidad.
El ya clásico libro de Christian Baudelot publicado en 1994 se tituló “El nivel educativo sube”, y fue un estandarte científico para contradecir los constantes argumentos catastróficos sobre la educación. En base a numerosas evidencias el libro mostraba que el nivel educativo en Francia estaba en alza, no en baja. Señalaba también que esa mejora era heterogénea y que no reducía las desigualdades. Quedaba mucho por hacer.
El argumento central de esta nota sigue ese espíritu: es necesario usar el método científico para diagnosticar el estado de la educación argentina. Las evidencias muestran un diagnóstico donde el nivel educativo no empeora (incluso mejora), pero también que la educación está mal distribuida y, en términos generales, es de baja calidad. Para cambiar esto se requieren reformas profundas.
El Ministerio de Educación de la Nación publicó recientemente el primer informe de resultados de la prueba Aprender. Este dispositivo, tomado en 2016, continúa con los Operativos Nacionales de Evaluación de la calidad educativa (ONE) inaugurados en 1993. La prueba mantiene el carácter censal en el último año de secundaria y se distingue de las evaluaciones anteriores porque la cobertura es censal también para el 6° de primaria.
El carácter censal de la prueba Aprender es fundamental para devolver a cada escuela sus propios resultados contextualizados, permitiendo construir procesos de mejora a nivel institucional.
Los resultados del Aprender muestran una situación preocupante, en particular en matemática en el último año de la educación secundaria, donde apenas el 5% de los alumnos alcanzó un nivel avanzado y el 41% se situó por debajo del nivel básico.
En lengua el 9% de los alumnos alcanzó el nivel avanzado y el 23% estuvo por debajo del nivel básico, mientras en ciencias naturales fueron el 10% y el 17% respectivamente. Los mayores logros se alcanzaron en ciencias sociales, donde el 34% de los alumnos muestra un nivel avanzado.
La situación educativa de los alumnos del último año de secundaria es grave. Muchos de ellos egresarán sin las capacidades básicas para crear un proyecto de vida autónomo, se verán obligados a reproducir la profunda desigualdad y la intemperie social de los más vulnerables. Esto no puede ser naturalizado. Se trata de un proceso estructural de vulneración de derechos educativos que debe problematizarse en todas sus fuentes: desde las políticas sociales y económicas hasta las variables menos visibles del sistema educativo que nos llevan a las prácticas de enseñanza en las aulas, pasando por la formación y la carreras docente así como por el financiamiento educativo.
En la educación primaria los resultados son también preocupantes pero menos críticos. El 32% de los alumnos alcanzó el nivel avanzado en lengua y el 18% en matemática, mientras el 15% no alcanzó el nivel básico en lengua y el 18% en matemática.
Nivel de desempeño por área disciplinar evaluada – Secundaria 5°/6° año
Fuente: Aprender. Primer informe de resultados
Nivel de desempeño por área disciplinar evaluada – Primaria 6 grado
Fuente: Aprender. Primer informe de resultados
Sin embargo, más alla de estos resultados, las pruebas también corroboran lo que otras evaluaciones venían mostrando: el nivel educativo en Argentina no está bajando. Al contrario, hay evidencias de mejora, especialmente en la educación primaria.
Las pruebas Aprender realizaron una comparación equiparada de sus resultados con las pruebas ONE de 2013. Entre 2013 y 2016 las mejoras en los aprendizajes en el nivel primario fueron muy importantes. Como se observa en el siguiente gráfico, el porcentaje de los alumnos de sexto grado con nivel avanzado en lengua aumentó de un 23% a un 32%, mientras que los de nivel bajo pasaron del 18% al 15%. En matemáticas los alumnos de nivel avanzado pasaron de representar el 12% del total en 2013 al 20% en 2016 y los de nivel bajo pasaron del 22% al 18%.
Nivel de desempeño comparado ONE 2013/Aprender 2016 – Primaria 6° grado
Fuente: Aprender 2016. Primer informe de resultados
Estos resultados parecen concordantes con las mediciones internacionales. La evaluación del LLECE de la UNESCO para América Latina mostró una mejora importante en matemática para Argentina entre 2006 y 2013 (pruebas SERCE y TERCE), muy cercana al promedio de la mejora observada en toda América Latina a partir de los 15 países participantes en la medición. En cambio, en lectura no hubo una mejora en los años evaluados.
Variación de los resultados SERCE 2006 y TERCE 2013 en matemática – Primaria 6°grado
Fuente: CIPPEC en base a SERCE y TERCE
Variación de los resultados SERCE 2006 y TERCE 2013 en lectura- Primaria 6° grado
Fuente: CIPPEC en base a SERCE y TERCE
En constraste, en el nivel secundario parece observarse una tendencia de estancamiento en los resultados. Las pruebas PISA no muestran cambios importantes entre 2000 y 2012. Argentina participó en 2000, 2006, 2009, 2012 y 2015. Los resultados de 2015 mostraban una mejora en los aprendizajes, pero no son considerados válidos por la propia OECD (organismo que toma la prueba) dado que el marco muestral incumplió los estándares oficiales. Quitando esa prueba, entre 2000 y 2012 Argentina no mejoró ni empeoró en Lectura, Matemáticas y Ciencias.
Evolución del puntaje PISA en matemática, lectura y ciencias (promedio de las 3 áreas)
Fuente: CIPPEC en base a PISA
En la comparación de los resultados de la prueba Aprender 2016 con el ONE 2013 en el nivel secundario se observa una leve mejora en lengua y ciencias naturales, aunque no en matemática y ciencias sociales. Esto parece también seguir un patrón similar al observado en las pruebas PISA más tendiente al estancamiento que a la mejora.
Nivel de desempeño comparado ONE 2013/Aprender 2016 – Secundaria 5°año/6°año
Fuente: Aprender 2016. Primer informe de resultados
¿Qué conclusiones pueden extraerse de estos datos? Al menos cinco grandes puntos merecen la atención para el debate educativo:
- Las pruebas que miden la calidad educativa evidencian que los alumnos en la Argentina no sólo no empeoran sus aprendizajes sino que han mejorado en el nivel primario. Esto debería considerse como un avance importante. Refleja la reunión de incontables esfuerzos de alumnos, docentes y escuelas así como de articulaciones de política educativa y social que lo han hecho posible. En el nivel secundario se observan más problemas ya que en los últimos años no parece haber mejorado en las pruebas. Los resultados son especialmente preocupantes en matemáticas. Este nivel tiene, además, indicadores altos de repitencia y abandono. En suma, Argentina mejoró en primaria y se mantuvo estable en secundaria.
- En relación a la situación de otros países de América Latina, se observa el recorrido de trayectorias similares, aunque en promedio lograron mejoras levemente superiores a la Argentina. Países como México y Colombia muestran mejoras parecidas a la Argentina. Uruguay evidencia más estancamiento, aunque desde un piso de resultados más altos. Chile y Brasil mejoraron un poco más en primaria; y en PISA sólo entre 2000 y 2009. Perú tuvo una trayectoria de mejora muy clara desde un punto de partida más bajo. Argentina no aparece como un caso extraordinario, al menos en los años desde los cuales contamos con pruebas internacionales. Sin embargo, si se considera el PBI por habitante y la inversión educativa que realiza, se observan resultados educativos más bajos que en otros países de la región.
- Los diagnósticos educativos deben estar basados en evidencia científica. Por eso es tan importante contar con evaluaciones serias y rigurosas sobre los aprendizajes de los alumnos. Estas pruebas son un recorte parcial de la educación de un país, pero son un instrumento clave para estudiar la complejidad de la realidad. Deben ser complementadas con otros indicadores educativos y estudios cualitativos para no dar la idea falsa que es la imagen en un “espejo” de un sistema educativo. También deben considerarse los contextos sociales, económicos y culturales de aplicación de las pruebas para entender mejor qué puede compararse y qué merece tener otras consideraciones interpretativas. Se debe evitar su uso político o mediático.
- Nada de lo anterior debe ser tomado como señal de “conservadurismo educativo”. Las mediciones muestran el incumplimiento masivo del derecho a la educación de calidad. Gran parte de los alumnos, especialmente los más pobres, aprenden poco, repiten y no terminan la escuela secundaria. El problema es grave: necesitamos mejorar y cambiar la educación al mismo tiempo. Se requieren debates profundos para lograr crear un rumbo compartido de las reformas educativas que podrán crear una revisión del sistema educativo tradicional para evitar cualquier conformismo.
CIPPEC ha elaborado varios documentos de propuestas para seguir este camino:
Mezzadra, F., y Veleda, C. (2014). Apostar a la docencia. Desafíos y posibilidades para la política educativa argentina. Buenos Aires: CIPPEC, Embajada de Finlandia y UNICEF.
Rivas, A., Veleda, C., y Mezzadra, F. (2013). Caminos para la educación. Bases, esencias e ideas de política educativa. Buenos Aires: Granica.