Los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) son una política orientada a restituir a jóvenes en condición de vulnerabilidad el pleno goce de su derecho a la educación y a robustecer la calidad de transición a la adultez. CIPPEC realizó esta evaluación en el marco de un proyecto en conjunto con el Ministerio de Educación y Deporte de la Nación,
El objetivo de este estudio consistió en hacer una evaluación general de los procesos que guiaron la implementación del programa hasta 2015. Para esto, se recurrió al uso de información secundaria, de reportes y estadísticas del programa, y de información primaria recolectada en el marco de esta evaluación a través de entrevistas y grupos focales. El trabajo se pregunta por el nivel de satisfacción de los usuarios con el programa, las fortalezas y debilidades de los procesos de producción y difusión de los servicios otorgados por el programa y busca identificar los mecanismos que se podrían implementar para fortalecer los procesos y mejorar la articulación causal entre las actividades y los resultados.
Hallazgos
La evaluación identificó una serie de fortalezas de la intervención: generó un sentimiento de identidad construida entre los jóvenes participantes y fortaleció la identificación con los talleristas y coordinadores; tuvo gran penetración territorial; contó con buena articulación con otros programas, con entidades educativas y con la comunidad donde se inserta la escuela CAJ; presentó alta calidad y compromiso de los profesionales y constancia en las instancias de formación; contó con un sistema de monitoreo provincial que funcionó de manera regular; y con frecuencia, tuvo buena articulación con PEI y/o PML (solo en algunas escuelas).
Además, se identificaron numerosas oportunidades para el programa, como la alta motivación y disposición a aprender cosas nuevas del equipo técnico; la motivación de los coordinadores y talleristas; el interés entre los talleristas por llevar a los jóvenes a hacer más actividades fuera de la escuela y la posibilidad de reorganizar los datos de M&E para poder producir indicadores que estén más alineados con los resultados e impactos esperados.
En términos de debilidades, el principal desafío de este programa es mejorar la calidad de los talleres impartidos.
Por último, en términos de amenazas, se observan condiciones de trabajo desfavorables para los talleristas y un presupuesto operativo que es escaso para las actividades que requieren los centros.
Recomendaciones
Las recomendaciones surgidas de la evaluación se dividieron en tres tipos. Primero, a nivel nacional, se recomendó formalizar una teoría de cambio, establecer un repositorio de buenas prácticas, y definir una matriz de monitoreo integral del programa. A nivel jurisdiccional, se recomendó fortalecer las instancias de seguimiento y la vinculación con los directivos escolares. Por último, a nivel escuela, sería positivo innovar en el diseño de las actividades ofrecidas.
Publicaciones asociadas
Investigadores
Agustina Suaya, Natalia Aquilino y Jimena Rubio