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TEMA DE ANÁLISIS |
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Paritarias 2015
Las negociaciones salariales de 2015 han estado caracterizadas
por diferentes aspectos, que entremezclan discusiones por
índices de precios oficiales y alternativos, inflación pasada e
inflación futura, a lo que se agrega el debate sobre la
actualización del impuesto a las ganancias de los asalariados.
Por un lado, las demandas de los sindicatos se han focalizado en
la recomposición del salario real. Según el Índice de Precios
Congreso (promedio de consultoras privadas) la inflación en 2014
habría superado el 38% (con una diferencia de más de 14 puntos
porcentuales sobre la medición del IPCNu del INDEC) mientras que
el promedio de variación salarial se ubicó en 33% según el
Índice de Salarios. Por el otro, dado que se espera para 2015
una desaceleración de la inflación, desde el Gobierno Nacional
se han alentado pautas más moderadas, que no superen el 27%. Es
decir, mientras que desde el sector de los trabajadores las
demandas miran hacia atrás (backward looking) desde el gobierno
se estimulan acuerdos que miren hacia adelante (forward looking)
de manera que el cierre de las negociaciones salariales no
tengan un mayor impacto en la evolución del nivel general de
precios.
Así las cosas, la salida encontrada por varios sectores ha sido
recurrir a sumas adicionales o acuerdos alternativos (como
mayores extensiones temporales) que puedan elevar el porcentaje
formalmente homologado. Entre estas alternativas adicionales se
encuentran por ejemplo, sumas no remunerativas, bonos,
devolución del impuesto a las ganancias o participaciones en las
ganancias, como en el caso del sector bancario. El siguiente
cuadro muestra algunos de estos ejemplos: |
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*Acuerdos por 18 meses
Fuente: elaboración propia sobre la base de fuentes
periodísticas.
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Estas discusiones han dilatado el cierre de las paritarias, en
donde -al momento de elaboración de esta publicación- aún restan
por alcanzar acuerdos algunos gremios (ferroviarios,
maquinistas, peajes, dragado) y otros relevantes en términos de
cantidad de trabajadores (camioneros, transporte, gastronómicos)
lo han hecho hacia fines del mes de junio. Estas demoras han
contribuido a desacelerar la variación general de precios en la
primera mitad del año. Al mismo tiempo, implican que los
aumentos salariales impacten con mayor fuerza en el segundo
semestre, potenciando el consumo por la mejora esperada en el
salario real. |
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José Urtubey
Vicepresidente de la Unión Industrial Argentina |
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1. ¿Cómo se conjugan las demandas de aumentos salariales
en contexto de deterioro de la tasa de empleo?
En el sector al que represento –el sector industrial-
hubo un esfuerzo por mantener las fuentes de trabajo.
Este es el principal objetivo que tenemos que tener
todos, tanto el sector de los empleados como el
empleador. Hace once años que se negocian las pautas
salariales bajo el sistema de paritarias y este año no
fue la excepción, más allá que quedan algunas por
cerrarse. Se trata de una discusión abierta, en donde
tanto el empresario como el empleado conocen la realidad
de los distintos sectores. Cuando se empieza a
vislumbrar que los acuerdos no tienen sustentabilidad,
lo que provoca finalmente es alejarse del objetivo de
mantener la fuente de trabajo. Si un empresario
finalmente, por ceder a una pretensión desmedida en un
determinado sector laboral, termina arreglando algo que
después no puede pagar, el efecto directo es atentar
contra el empleo, no contra otra cosa. Hoy en la
Argentina gracias a estos sistemas de paritarias hace
muchos años que se conocen las realidades de los
distintos sectores tanto desde el empresario como desde
los trabajadores, entonces ahí es donde termina primando
la cordura. Por otra parte, en términos fabriles, es una
falacia el argumento de que los aumentos salariales se
pueden trasladar a precios. Hay que ser equilibrados,
porque de lo contrario se generan distorsiones en la
economía en general.
2. ¿Cómo se pueden balancear los reclamos por
recuperar el poder de compra habida cuenta la inflación
pasada con la postura de mirar hacia un futuro con menor
inflación proyectada por el Gobierno Nacional?
El capítulo de negociación salarial lleva al
capítulo inflación automáticamente. En la Argentina hay
que ser muy responsable con esto. Yo tengo una
observación muy fuerte sobre el índice Congreso porque
no se puede -más allá de que sean prestigiosas-,
utilizar un promedio de lo que dicen 4 consultoras,
porque no tienen ni la tecnología ni los recursos
humanos ni hacen un estudio de todas las variables
nacionales como para poder hablar de un índice nacional.
Esto genera distorsiones cuando se está negociando
salarios con los empleados. Esto obviamente me lleva a
no dejar de lado el análisis de lo que pasa en el INDEC,
que no está en la misma situación que lo que pasaba
antes (bajo la gestión del ex Secretario de Comercio
Interior Guillermo Moreno). Hoy hay un sistema de
medición del INDEC que, si bien todavía está bajo
análisis, ya tuvo un avance y esto fue reconocido por el
Fondo Monetario Internacional.
Teniendo en cuenta la inflación pasada, es sesgado decir
que se pagaron en general salarios por debajo de la
inflación el año pasado, porque no fue la realidad de
todos los sectores. En el sector fabril, si hacemos el
promedio de los últimos 10 años, nosotros siempre le
hemos ganado a la inflación en lo que son las pautas de
arreglo salarial. Probablemente algún sector pueda haber
tenido una posición salarial menor a la inflación el año
pasado, pero eso no te lleva a que la pauta de este año
tenga que ser muy superior a la inflación con el
argumento de recuperar la del año pasado. Porque todas
estas distorsiones lo que pueden llegar a generar son
problemas de empleabilidad en la Argentina. Y acá el
principal objetivo tiene que ser mantener la fuente de
trabajo.
Un aspecto adicional es que este año la discusión tuvo
además una característica particular, porque se mezcló
el Impuesto a las Ganancias con la discusión salarial. Y
esto es algo que fue inconveniente, porque obviamente es
un reclamo legítimo que puede tener un sector de los
empleados con la Nación, pero no con el sector privado.
Introducir temas que no tienen esencialmente que ver con
reclamos que puedan ser solucionados entre el empleador
y el empleado es inconveniente. De la misma forma que el
trabajador no me puede resolver a mí el ajuste por
inflación en los balances.
3. ¿Qué relevancia juegan en estos casos los acuerdos
alternativos como por ejemplo las sumas puente o
adicionales?
En muchas casos (no en todos) se dieron sumas
adicionales para compensar una discusión que tenía un
capítulo o un final abierto sobre cuál era la inflación,
en donde no se podía buscar un punto medio de acuerdo.
Más allá de que cada sector tenga su realidad, los
acuerdos tienen un efecto sobre el resto, por eso es que
se buscan las homologaciones. Fue una forma que encontró
cada uno de los sectores para respetar que la pauta
salarial guarde un equilibrio en toda la economía como
variable y que también se pueda sobre el mismo sector
atender algunas necesidades puntuales. Son salidas
artesanales que son válidas en cualquier momento. Ahora
bien, en la medida en que el INDEC vaya ganando más
confianza y más legitimidad, si una de las variables que
se utilizan para medir la negociación salarial es la
inflación, vamos a tener mayores niveles de objetividad
que van a permitir no discutir alternativas fuera de lo
que es la realidad que se ve reflejada en ese índice. |
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