Octubre de 2014 - Zoom Nº3
  COYUNTURA 
 
 
 
 
 
El mercado laboral en los medios

El tema más comentado en los medios en el último trimestre fue “desempleo”, seguido por “paritarias”, “empleo privado” y “salario mínimo”. Este último aparece vinculado con el incremento escalonado de 31% aprobado en septiembre. Así, el nivel de empleo y las presiones sobre los salarios -afectados por el deterioro de la actividad económica y por la evolución del nivel general de precios- continuaron siendo los aspectos del mercado laboral con más menciones.

En lo que respecta a la evolución del desempleo, si bien en el total de 31 aglomerados se incrementó en el 2º trimestre de 2014 tanto con respecto al trimestre anterior como a igual período de 2013, este aumento fue mayor en los aglomerados del interior del país que en el GBA, donde, aunque la tasa es más alta, las variaciones fueron menores. La región Noreste presenta menor tasa, pero es a su vez la que más bajas tasas de actividad y empleo registra. Por su parte, la región Pampeana, que registra la mayor tasa de desocupación, es también la que mayores tasas de actividad y empleo presenta. Finalmente, se destaca que en los aglomerados de más de 500 mil habitantes la tasa de desocupación es superior y sufrió una mayor variación que en los aglomerados más pequeños, en donde incluso se registra una caída con respecto al mismo período del año anterior.


Nota metodológica:
A partir del 2º trimestre de 2014, el INDEC realizó un cambio en la población de referencia sobre la cual se estiman los indicadores laborales. A partir de este período se utiliza la población que surge del Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda (CNPHyV) 2010, mientras que antes se utilizaba el correspondiente a 2001. Esto puede incidir en la magnitud de las variaciones (principalmente en las tasas de actividad y empleo, no así tanto en las tasas de desocupación). // Más información
 
 
Evolución de la tasa de desocupación por regiones 



Fuente: EPH, INDEC 
 
TEMA DE ANÁLISIS
 
Negociaciones laborales en contextos difíciles

Los indicadores del 2º trimestre del año comenzaron a dar cuenta de una retracción en el nivel de empleo de la economía. Las tasas de empleo y desempleo relevadas por el INDEC mostraron en este período un deterioro, tanto en la comparación trimestral como interanual. Todo esto ocurre al mismo tiempo que la tasa de actividad está disminuyendo. Este fenómeno se asocia habitualmente a lo que se conoce como efecto desaliento, o personas que ante la falta de expectativas de encontrar empleo deciden retirarse del mercado de trabajo.

También el indicador de nivel de empleo privado registrado relevado por el MTEySS muestra una caída trimestral. A nivel sectorial, esta reducción se relaciona principalmente con los sectores de electricidad, gas y agua (-2,7%) comercio, restaurants y hoteles (-1,6%) e industria manufacturera (-1,1%). En la comparación interanual, el sector con mayor contracción del empleo fue el de la construcción (-4,6%), aunque los otros sectores compensaron esta disminución, por lo cual el indicador general registra un incremento en la comparación con el mismo período del año anterior. Por su parte, si bien afecta a una proporción menor de los trabajadores (6,6 cada mil), la tasa de suspensiones también se incrementó en 1,2 puntos porcentuales con respecto al mismo período del año anterior.

En este contexto, las relaciones laborales parecen adoptar crecientes rasgos de conflictividad. En la primera mitad del año, éstas estuvieron marcadas principalmente por las negociaciones salariales. Si bien esta temática no deja de ser relevante –con presiones para adelantar las próximas paritarias-, se agregan ahora problemas de despidos y suspensiones. Más allá de las iniciativas puntuales implementadas por el Sector Público, es clave el funcionamiento de las políticas macroeconómicas para impulsar la demanda y retomar el crecimiento de la economía.

ENTREVISTA   ENTREVISTA  
Matías Barroetaveña
Secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación


Eduardo Bastitta Harriet
CEO de Plaza Logística, empresa dedicada al desarrollo de parques logísticos AAA en el Gran Buenos Aires
   
1. Los últimos datos oficiales del mercado laboral revelan una contracción en el nivel de empleo. ¿Cuáles son las perspectivas para el corto y mediano plazo?

En primer lugar, es necesario resaltar que no han aumentado los despidos en comparación con los últimos dos años. Se observa, eso sí, un proceso de desaceleración en la creación de puestos en el sector privado y en la celeridad de la recontratación.
En segundo lugar, y yendo a sectores sensibles, en el sector automotor, si bien hay suspensiones -previstas en los convenios colectivos- no han aumentado los despidos. Aun así, el Gobierno mediante políticas activas busca mantener los niveles de empleo por ejemplo, con el PROCREAUTO y el PROCREAR (en este caso para la construcción). Creemos que la situación en estos sectores se va a revertir rápidamente.
Hoy tenemos un mercado de trabajo distinto al que existía antes del inicio de este proceso político, por lo tanto cualquier evaluación a partir de un indicador interanual del empleo debe realizarse en ese marco.

2. ¿Cuáles son los principales instrumentos de políticas públicas para enfrentar esta situación?

Desde 2003 el conjunto de la política nacional tomó como principal variable al empleo. Eso permitió revertir una tendencia decreciente. En los 90, nueve de cada diez puestos de trabajo que se generaban eran no registrados, hoy nueve de cada diez son registrados.
A través de políticas de ingreso como la Asignación Universal por Hijo, la movilidad en las jubilaciones y las paritarias anuales hemos fortalecido el mercado interno y sostenido los niveles de empleo.
A las políticas activas de empleo e ingresos se le suman políticas contracíclicas como el PROEMPLEAR, que articula integralmente las herramientas de promoción de empleo que impulsa el Gobierno para enfrentar el actual contexto. En paralelo, el Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (PROGRESAR) genera oportunidades de inclusión social y laboral a jóvenes de entre 18 y 24 años.
Además, los Servicios de Promoción del Empleo, el Programa de Inserción Laboral y las Acciones de Entrenamiento para el Trabajo en Empresas son herramientas que ayudan a incrementar la empleabilidad de los argentinos mediante la educación, la capacitación y la promoción de experiencias calificantes.
A su vez, la Ley N° 26.940 de Promoción del Trabajo Registrado y Prevención del Fraude Laboral suma un nuevo mecanismo de protección y promoción del empleo de calidad. El Régimen de Contribuciones a la Seguridad Social para Microempleadores y el Régimen de Promoción a la Contratación de Trabajo Registrado, incluidos en esta ley, estipulan reducciones en las contribuciones patronales; otorgando así incentivos para que las empresas generen nuevos empleos registrados y regularicen a los trabajadores que aún no lo están.

3. ¿Cómo incide este contexto en la negociación salarial / puja distributiva?

Más allá de situaciones en determinados sectores y en casos puntuales donde ha habido pujas específicas al interior del lugar de trabajo, no observamos un aumento significativo en la conflictividad obrera.
El Ministerio de Trabajo atiende esta problemática en forma constante y la resuelve a través del diálogo. Los trabajadores son los primeros en darse cuenta cuando hay una baja en la actividad de las empresas. Cámaras y sindicatos se sientan en la mesa a discutir y negocian de acuerdo a las posibilidades de cada sector. Ahí hay una relación de responsabilidad mutua de cuidar el trabajo y la viabilidad del sector productivo.
Seguimos por el camino de más derechos, más igualdad, más inclusión, enfrentándonos a intereses poderosos. La inmensa mayoría del movimiento obrero observa esto y sigue acompañando este proceso.
1. Los últimos datos oficiales del mercado laboral revelan una contracción en el nivel de empleo. ¿Cuáles son las perspectivas para el corto y mediano plazo?

El nivel de empleo está siendo afectado por problemas de nivel macroeconómico que necesitan una pronta resolución. Hasta tanto no se resuelvan esos problemas es poco probable que tengamos, tanto en el corto o mediano plazo, un aumento en los niveles y calidad de empleo. De todas maneras, tenemos que tener en cuenta que si consideramos el nivel de empleo como variable aislada, éste tiene la capacidad de recuperarse rápidamente frente a una reactivación económica, o incluso frente a un cambio de perspectivas. Si contemplamos los aspectos cualitativos del empleo, lograr una mejora requiere mayores esfuerzos y mayor tiempo debido a la gravedad de la situación actual.

2. ¿Cuáles son los principales instrumentos de políticas públicas para enfrentar esta situación?

En mi opinión, el problema principal que tiene el empleo en nuestro país es la falta de demanda laboral. La demanda actual es frágil y en muchos casos está sostenida por la presión sindical, pero no tiene fuerza ni capacidad de mantenerse por sí misma, de allí deriva el problema en la calidad del empleo. La debilidad de la demanda laboral proviene de la combinación de dos problemas de larga data: una alta presión fiscal sobre el empleo y una falta de mercados en competencia. La decisión de dar trabajo y de asignar aumentos salariales a los empleados deberían estar fomentadas por el Estado, por el contrario, la contratación formal y la mejora en las condiciones laborales, son altamente castigadas por cargas sociales e impuestos. Para potenciar la demanda laboral es necesario reemplazar buena parte de los impuestos al trabajo, tanto las cargas sociales como el impuesto a las ganancias, por otros impuestos que no graven la decisión de emplear ni de dar aumentos. La reciente Ley 26.940 de promoción del trabajo registrado es un buen primer paso, aunque hace falta mucho más, porque la ley sólo apunta a la coyuntura y no profundiza. Los subsidios a cargas sociales que existen en algunas actividades no cumplen su función, además de la inequidad entre sectores, la demora e incertidumbre en la cobranza hace que los empresarios no le asignen ningún valor en la toma de decisiones, por lo que no tiene injerencia en la demanda laboral.
Por otro lado, el Estado debe fomentar los mercados en competencia, para que las empresas compitan por los trabajadores, mejorando su condición laboral. La sana competencia en los mercados implica no sólo mayor oferta e innovación de productos, sino también, una mayor demanda laboral, en una puja en favor del trabajador. Para generar estas condiciones, es necesaria una política de impulso a las PyMEs, que les permita ocupar un rol predominante en los mercados, hoy en manos de monopolios e informales. Impulsar a las PyMEs es, en buena medida, modificar aquellas condiciones que ponen en riesgo su supervivencia y limitan su crecimiento. Sólo así se logrará un mercado laboral que permita a los trabajadores ganar sueldos dignos en función de su mérito y no quedar sometidos a los monopolios y al mercado informal.

3. ¿Cómo incide este contexto en la negociación salarial / puja distributiva?

La situación del mercado laboral sumada al contexto inflacionario, hacen que hoy en día el tema excluyente sea el número de la paritaria. Existe hartazgo y presión de las bases por la inflación y la precariedad. Esta situación se combina con el contexto político de elecciones, generando un escenario complejo e impredecible. Es esperable que haya conflictividad en las negociaciones y es seguro que la discusión sobre los temas de fondo se seguirá postergando.
   
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